Indignación en Los Guindos. Lo que debía ser una fiesta por el espectáculo ofrecido por los dos equipos se convirtieron en asombro en el club malagueño. El Unicaja tuvo la oportunidad de conseguir un triunfo en el Palacio de los Deportes, pero se marchó de vacío y con la sensación de que habían salido perjudicados por el estamento arbitral y mosqueados por la actitud de Rudy Fernández.

Restaba poco más de un minuto cuando el marcador marchaba 84-83 para los de Laso. El Real Madrid casi agotó la posesión tras una gran defensa verde y Llull lanzó, tocando el aro en la lucha por el rebote. Es aquí cuando se produce la primera polémica. Granger pugna con Rudy el rebote y el balón acaba en manos de Bourousis. El reloj, incomprensiblemente, vuelve a 24 segundos, cuando se queda parado un par de segundos y comienza a bajar hasta los 22. De repente, vuelve a bajar hasta 14, se vuelve a parar mientras continúa el de juego, y se pone en marcha. En total, entre 8 y 9 segundos más en la posesión que acaba con triple de Rudy Fernández y pone el 87-83, que se encara con el banquillo malagueño. En la misma jugada, Sergio Rodríguez realiza unos pasos clamorosos que no son pitados y Bourousis se mantiene dentro de la zona en la gran mayoría del ataque.

Un cúmulo de errores en una sola jugada que permite al Real Madrid escaparse por cuatro puntos y ponía muy difícil la victoria malagueña. Desde el club cajista están dispuestos a elevar una queja hoy al estamento arbitral. Además, un desafortunado tweet de la ACB provocó la ira de los aficionados, al comentar una acción arbitral por primera vez, algo que molestó al Unicaja.

No gustaron las formas de Rudy Fernández, que mandó callar al banquillo malagueño tras la acción. "No es de recibo lo que hace. Tengo mucho respeto por esta santa casa. Ha habido más cosas", decía Plaza sobre el balear, que le increpó en el túnel de vestuarios. "Cada uno es mayorcito y sabe lo que hace o lo que deja de hacer", comentaba un Vidal indignado. "Cada uno es como es. Poco se puede decir", expresaba un Granger que vio muy claros los pasos de Sergio Rodríguez: "Han sido pasos aunque puede ser que ninguno de los tres árbitros los haya visto claro". Mucha indignación en Málaga por el arbitraje.