Joan Plaza avisó que "no firmo nada" en la visita que hizo ayer a Zona Verde de 101 TV. El técnico del Unicaja además se mostró ambicioso y explicó que "quiero estar en las dos finales y si luego ganamos algo sería un subidón. Si tuviera que firmar algo serían semifinales de ACB y final de la Copa del Rey. Quiero estar en todos los meollos", explicó.

El catalán, en el repaso general que hizo a la actualidad de su equipo, señaló sobre la exigencia que tiene el equipo que "hemos llegado a un punto que no nos damos cuenta de que exigimos ganar al Barcelona en el Palau, al Madrid o en cualquier cancha de la Euroliga, sin tener en cuenta que tengas uno, dos o tres lesionados. Me gusta que haya ese nivel de exigencia, pero nada de esto es fácil. Es evidente que el equipo ante el Barcelona dio lo mejor y no nos escudamos en bajas ni en nada". Sobre esa derrota, Plaza explicó que a sus jugadores les comentó que "debíamos hacer falta", aunque no quiso darle más vueltas a la derrota y zanjó argumentando que "las cosas quedaron clarísimas en el vestuario y me quedo con eso".

Al ser preguntado por la opción que existe de récord histórico si se consigue el triunfo este domingo ante Bilbao, el coach aseguró que "no pensamos mucho en eso. Sí es verdad que cuando empezamos en pretemporada hablamos de mejorar lo del año pasado. La pasada temporada era fácil tener ese propósito por los años anteriores, pero ahora es diferente, mejorar unas semifinales va a ser difícil, pero estamos en el camino. Quedar campeones de invierno simbólicamente está bien para llenar un puñado de buenas páginas y para que el aficionado esté contento, que es lo que más me llena".

Las lesiones también están siendo un tema candente en el día a día del conjunto cajista, sobre lo que indicó que "el problema de las lesiones redobla el mérito de poder estar ahí después de tantas semanas. Hemos ido enlazando lesiones que no ha permitido la eclosión final del equipo, que no ha podido estar completo en ningún partido. Hemos tenido que invitar jugadores del LEB para completar entrenamientos. En el caso de Green es especialmente incómodo porque parecía que desde la semana pasada empezaba a cogerle el aire al equipo. Hay que tirar para adelante, tenemos dos partidos en 48 horas y la exigencia es máxima", asegura.

En cuanto a la afición, sobre los aplausos que recibe el técnico en cada partido que se disputa en el Carpena, el catalán relato que "es algo que ya me ha pasado en Kaunas y en Madrid también la gente ha sido muy cariñosa. Realmente lo que uno pretende es que sea merecido, recojo ese premio como un compendio a todo el trabajo de mis ayudantes y jugadores. Es una señal de que la gente se identifica con lo que está viendo, que para mí es muy importante".

Por último, al ser preguntado si se plantea ser seleccionador aclaró que "ahora mismo soy carne de Euroliga. Tengo un proyecto, el de Unicaja, muy bonito y eso me llena", pero aseguró que "ser seleccionador me colmaría".