Con aires renovados. Así afronta el Balonmano Antequera su visita a la cancha del Keymare Almería (19:00 horas, Pabellón Municipal Rafael Florido). Tras su empate del pasado miércoles ante el Valladolid, uno de los grandes de la competición, los de Antonio Carlos Ortega llegan al compromiso de hoy con mejores ánimos y con la sensación de una mejoría palpable. Y es que ya eran cuatro jornadas consecutivas sin puntuar y sin señales de respuesta inmediata. Parece que el toque de atención del presidente, Juan Carlos Jiménez, a sus jugadores surtió efecto.

Esta vez, el objetivo del Antequera es inequívoco. Lograr la tercera victoria ante el colista liguero es la única meta del conjunto de la ciudad del Torcal. De hecho, el Keymare sólo lleva un triunfo y lo consiguió hace más de un mes y medio ante un Arrate que, al igual que los almerienses, demostró ser una escuadra más que discreta (18-17).

Y es que una derrota desataría la alarma en el bloque malagueño, que se acercaría peligrosamente al abismo del descenso a la División de Honor B. Para impedir tal circunstancia, Ortega desplazó a toda su plantilla a Almería para disputar un derbi andaluz de máxima trascendencia.

No obstante, el técnico malacitano tiene a varios hombres tocados, dudas que espera solventar en una sesión de entrenamiento previa al envite. Zoran Lubej, con un golpe sufrido en el dedo anular de su mano izquierda, Trivundza, con molestias en el hombro derecho, y Chelu Cid, que también arrastra problemas musculares, se mantendrán a la expectativa hasta última hora.

Por parte del Almería, Juanjo Ruesga es baja, mientras que Tiomensev podría reaparecer tras más de dos meses de ausencia. Todas las ayudas serán pocas para un Keymare necesitado, que recibirá a un Antequera en mismo estado de escasez. Engordar su botín debe ser el camino a partir de ahora.