22 de marzo, el Málaga visita el Camp Nou. Antes de perder 6-0, Fernando Sanz y varios de sus consejeros departen un gustoso menú junto a Laporta y su extenso séquito. Entre conversaciones de fútbol y cuestiones varias, el nombre de Pedrito sale a la palestra. "Nos vendría muy bien cedido el año que viene", golpea el lado blanquiazul. "Eso lo decidirá Guardiola", replican los otros. Y Pep dice que no, que prevé su inminente explosión. Acierta el técnico y el veloz extremo derecho lo hace, previa petición de que mejor le llamen Pedro, que ya no es un crío. Ricardo Rodríguez y Sandro se quedan sin esa vía, pero hay otro Pedrito más cerca. También extremo derecho y veloz. De Lloret de Mar, en la cantera del Málaga. Y el domingo empieza a escribir su historia con cinco minutos en Pucela. "Cinco minutos que cualquier filial sueña", aclaró ayer el sexto canterano en firmar en el primer equipo esta campaña.

Con Jordi Pablo de rehabilitación y Valdo bajo mínimos, quién sabe si tiene licencia para soñar si el mercado no da un extremo bueno, bonito y barato. Más que esos cinco minutos, tienen más peso sus dos convocatorias seguidas. Con menos aún ya le prende la llama de la ilusión: "Sólo entrenar es un paso muy grande. Entrar en una convocatoria es lo más. Estar ahí con el primer equipo, aunque sean dos minutos, es importante".

Su ilusión, quedó patente ayer, está a prueba de bombas. Y de cualquier elemento, como el frío de Pucela. "No era normal, pero para eso estamos los del filial, para aguantar lo que sea con tal de ayudar. ¡Aunque haya que calentar 120 minutos!".

Soñar con hacer lo mismo que el extremo canario del Barça es una referencia para el blanquiazul. No en vano, en su frase de presentación admitió cierto parecido futbolístico con el canterano de Guardiola. "Puedo aportar velocidad, centro y gol", sentenció. Aparte del recorrido en la élite que el barcelonés aún no tiene, les separa una gran diferencia en lo conceptual, tema resuelto ayer por el del filial ante los micrófonos: "No me molesta que me llamen Pedrito. Hasta que no tenga 30 años no me pienso poner Pedro".

Pedrito, pues, fue uno de los nueve elegidos para completar la estadía de verano en Benahavís, luego desapareció de los privilegiados que tenían continuidad en los entrenamientos con el primer equipo y ahora ha sido el último en llegar a la élite desde el Malagueño, de ahí que haya traído una nueva ración de esa ilusión que siempre viste a un chaval: "Se nota la ilusión que hay en el filial. Ahí está el salto y tenemos la prueba en Javi López, Toribio, Iván... Estamos muy contentos ahí abajo; sabemos que el filial tiene una salida arriba".

Ahí abajo, como él mismo marca la frontera entre primer equipo y filial, no hay ni por asomo la necesidad de resultados que entre los mayores. Según ha palpado él en el ambiente, para nada falta oxígeno: "Veo capacidad de reacción en el vestuario y buen ambiente. Los resultados no se están dando, pero estamos fuertes. Estoy convencido de que el equipo saldrá de ahí". No es el único que lo ha dicho. Probablemente tampoco sea el último canterano en debutar este año.