El Juzgado de lo Penal número 13 de Málaga tiene previsto juzgar a partir de mañana al promotor inmobiliario y propietario del centro comercial La Cañada de Marbella, Tomás Olivo, por presunto maltrato y revelación de secretos.

Este asunto tiene su origen en los años 2002 y 2003, cuanto presumiblemente el acusado maltrató y grabó sin su consentimiento a la que entonces era su compañera sentimental y madre de su hija.

La Fiscalía acusa al dueño de La Cañada, también imputado en el caso Malaya de dos delitos de descubrimiento y revelación de secretos y le reclama dos años de cárcel por cada uno de ellos, además de una multa de 22 meses a 200 euros diarios. También le atribuye un delito de maltrato en presencia del menor, por el que le pide otros diez meses de prisión, además de tres años de alejamiento.

Por su parte, la acusación particular reclama para el acusado un total de ocho años de prisión, porque considera que incurrió en dos delitos de maltrato, otro de maltrato en presencia de menor, y otro más de maltrato habitual, así como en un delito de descubrimiento y revelación de secretos.