Francisco Domingo llegó en junio de 2013 a Berlín, harto de buscar un empleo en España mínimamente remunerado. Titulado en Publicidad y Relaciones Públicas, había encontrado a través de Linkedin unas prácticas en la capital alemana. La apuesta le ha ido bien. Combinó las prácticas con el trabajo como freelancer hasta que la startup UndSoehne lo fichó como director de marketing online.

El éxito, sin embargo, no es suficiente para espantar la nostalgia por la tierra y el interés por dar a conocer su patrimonio, aunque sea tan etéreo como la lengua hablada. Así, entre la añoranza y la necesidad de hacerse entender "entre los amigos de distintas partes de España" que le escuchan hablar a diario en Berlín, por ejemplo, de un cortao ya sea para referirse a un café o a una persona muy tímida nació Hablo Andalú.

Primero ha sido una página de Facebook que en apenas unos meses ha llegado a congregar 40.300 seguidores. Sin embargo, "internet es un lugar demasiado volátil" . "Es difícil dejar huella y durar en el tiempo", reconoce este experto en redes sociales y marketing de 25 años de edad y natural de Benalmádena. Esa inquietud por perdurar le condujo a proyectar la edición de un libro con las mejores expresiones reunidas en Facebook y además "ilustradas para que todo el mundo las pueda entender". En esta fase del proyecto se alió con Abel Fernández, ilustrador almeriense afincado en Granada al que conoció a través de internet.

Ya solo necesitaba dinero y el lunes pasado inició en la plataforma de crowdfunding Verkami, especializada en creadores independientes, una campaña de micromecenazgo con el objetivo de reunir en 40 días los 10.000 euros que costará la edición del ejemplar de papel. En los cinco primeros días ha logrado 77 mecenas y 2.005 euros. Por ahora el proyecto pinta bien.

"Hablo Andalú es un movimiento que pretende expandir nuestras raíces, nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestra cultura y, sobre todo, nuestra forma de hablar", explica Francisco Domingo en la web (http://bit.ly/habloandalu-verkami) en la que recoge las aportaciones . Y agrega que "con este proyecto pretendemos ayudar a mantener nuestra esencia y conservar lo que durante muchos años nos ha caracterizado".

La fórmula de financiación colectiva planteada en este proyecto comprende desde aportaciones de cinco euros que simplemente dan derecho a la descarga de la versión digital del libro, 12 euros con derecho al ejemplar físico, 24 euros que dan opción a que el nombre del aportante aparezca en el volumen, además de marca páginas, agenda, ilustración y gastos de envío, un pack "de colegueo" para comprar entre tres y otro familiar para cinco personas por 85 euros. Si la donación asciende a 100 euros incluye junto al libro todos los extras y póster personalizado.

Se han previsto, además, dos fórmulas para que participen empresas: como patrocinador (750 euros que dan derecho a que aparezca el logo en el libro, información de la empresa, 50 ejemplares del libro y otros tantos marcadores de páginas) y patrocinador especial (1.000 euros con los que se conseguirá aparecer en la contraportada y 75 libros, además de numerosos extras).

Si el objetivo de los 10.000 euros no se alcanza, la aportación de los mecenas no se ingresa y todo queda en "una grata experiencia", aunque Francisco afirma que buscará la manera de sacar al menos "una tirada mínima y no abandonar la idea".