El Puerto de Málaga quiere poner en marcha este año la larga y compleja tramitación administrativa necesaria para impulsar la construcción del hotel-rascielos en el dique de Levante. La determinación, expresada por el presidente del organismo, Paulino Plata, en declaraciones a Málaga hoy, busca acelerar un mecanismo que requiere de un cambio en el plan de usos y espacios portuarios, una nueva modificación del Plan Especial del Puerto y el visto bueno del Consejo de Ministros. Todo ello al tratarse de un suelo afectado por la servidumbre portuaria, con lo que ha de ser previamente desafectado para ser concesionado.

El planteamiento se ha visto reforzado en los últimos días al conocerse las conclusiones del estudio encargado a la consultora Instituto de Análisis Inmobiliario. El informe, avanzado el pasado domingo por este periódico, subraya la viabilidad del proyecto, consistente en un hotel de cuatro o cinco estrellas de 40 plantas, 170 metros de altura y 404 habitaciones. Los expertos, no obstante, subrayan la necesidad de que el establecimiento sea en sí mismo un hito arquitectónico que sirva de referente de la capital de la Costa del Sol y que lleve vinculados servicios alternativos como un casino.

Para Plata, las líneas expuestas en el estudio refuerzan las tesis del Puerto, que ve en este proyecto una oportunidad. Una posibilidad que se enfrenta, eso sí, a una larga tramitación administrativa. En cualquier caso, a diferencia de lo que ha ocurrido históricamente con el proceso de transformación del recinto portuario, los actuales responsables del organismo cuentan con el favor del equipo de gobierno del PP, que apuesta por un establecimiento de estas características en la mencionada parcela.

Tanto es así que el propio alcalde, Francisco de la Torre, incluyó esta iniciativa en el programa con el que fue reelegido en los comicios locales de 2011. Incluso, encargó a los técnicos de la Gerencia de Urbanismo la elaboración de una propuesta arquitectónica, que se toma como base del estudio del que ya dispone el Puerto.

El documento, de 64 páginas, destaca el potencial de esta intervención para inversores externos. Algunos de ellos ya han realizado consultas de forma directa ante la Autoridad Portuaria, si bien, indicaron fuentes del organismo, una de las trabas con las que se topan es la existencia de un periodo de concesión máxima a 35 años. Un periodo que parece escaso para rentabilizar la inversión necesaria. Por ello, el propio Puerto indice en la importancia de que a nivel nacional se acuerde una extensión del citado plazo a hasta 50 años.

Los números del estudio sitúan en entre 35,5 y 44,8 millones de euros el coste de la construcción de este edificio de 40 plantas (sea de cuatro o cinco estrellas), si bien se advierte de que estas estimaciones están condicionadas a la dificultad de ejecutar un inmueble de estas características sobre suelo portuario, lo que obliga a realizar una estructura de micropilotes "probablemente de sesenta metros de profundidad". "Por este motivo, el coste real de la cimentación no se sabrá hasta que realmente se ejecuten las obras, habiendo muchas posibilidades de que sea más elevado de lo inicialmente previsto", aclaran los autores.

A pesar del montante económico, el análisis económico realizado en el estudio pone de manifiesto que se trataría de un hotel rentable. Así, se apunta un beneficio neto de 19,9 millones en el caso de las cinco estrellas y de 9,1 millones, el de cuatro, en el primer año de explotación. Al casino, que sería el primero en la ciudad, se sumarían dos restaurantes, uno de ellos de cocina tradicional, "interpretando la cultura gastronómica de la zona", y otro de cocina de autor "con un toque de lujo y creatividad en cada plato".