Infraestructuras Autovía Málaga-Córdoba

La única piedra en el camino

  • La construcción de un espectacular puente a la altura de Benamejí es el tramo más difícil que queda para completar la autovía entre Málaga y Córdoba · La carretera comenzó a construirse en el año 1998

El en año 1992 el Gobierno socialista anunciaba la construcción de la autovía Málaga-Córdoba. Seis años después, el Partido Popular ponía su primera piedra. Y once más tarde, todavía no está acabada. Aún falta un tramo, el más complicado, que va desde Benamejí hasta Antequera y que incluye un espectacular viaducto a la altura de la localidad cordobesa. Se trata de la última piedra en el camino para que los malagueños puedan llegar a Córdoba en 90 minutos.

El puente tiene nada menos que 650 metros de longitud y una altura de 76 metros sobre el río Genil. Cuando entre en funcionamiento, será utilizado en un solo sentido, ya que el actual viaducto de la N-331 por el que actualmente se circula hacia ambas provincias sólo será utilizado en el contrario, para lo que será adaptado de carretera nacional a autovía. La nueva infraestructura -ejecutada por las constructoras San José y Detea- se encuentra ejecutada en un tercio de su totalidad y le queda casi un semestre de obra, a lo que hay que unir los cuatro meses que se tardará en remodelar el antiguo.

Así, hasta finales de año, como muy pronto, la autovía no estará finalmente acabada, según los plazos que dio a conocer el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Pedro Rodríguez, hace unas semanas.

Mientras tanto, se están dando los últimos retoques al resto del tramo, de unos 11 kilómetros, hasta las cercanías de Antequera donde esta autovía enlaza con la A-92 hacia Sevilla o Málaga, según la dirección que se tome. En muchos casos ya se ha asfaltado y en otros se está a punto de hacerlo.

La construcción del último escollo -el impresionante viaducto que se puede observar desde la actual N-331- para esta autovía será, cuando menos, compleja. Ya lo fue cuando hubo que salvar diferentes problemas con el terreno para poner los cimientos (de 30 metros de profundidad) de los seis pilares con los que cuenta la autovía, pero también para levantarlos con el objetivo de que soporten la carretera de 76 metros de altura.

La calzada se coloca ahora poco a poco mediante el conocido como sistema de lanzamiento. Es complejo de hacer, pero fácil de explicar: la estructura de ferralla que la soportará se construye sobre suelo firme; cuando se han creado unos 190 metros se empuja hacia los pilares ya construidos. Esto se hace en cuatro fases: en la primera el empujón hace que la estructura llege al segundo pilar, en la segunda al cuarto, en la tercera al sexto y en la última al otro extremo del viaducto. Lo peor es que el puente se inclina levemente hacia el oeste, lo que dificulta aún más el proceso, que se encuentra ya en su segunda fase. Cuando se acabe este trabajo, será el momento de poner el tablero de la carretera y, posteriormente el hormigón, el asfalto y los últimos retoques.

Si no pasa nada, antes de que acabe 2009 los vehículos podrán circular por encima del puente. Se pondrán así fin a 17 años de trabajos.

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