Deportes

Ochoa, 561 días después

  • La rotura de menisco de Kameni abre la ansiada puerta de la continuidad al mexicano, que al fin debutó en Liga Amrabat estuvo casi dos meses en el dique seco por la misma dolencia

Algo no andaba bien en la rodilla derecha de Kameni cuando evitó el tanto de Lucas Pérez en el mano a mano. Apenas sintió el dolor sabía que no iba a poder continuar. Le dio unos segundos extra a Ochoa para que calentara y se fue al descanso esperando que la primera exploración no fuese muy negativa. Y no lo fue porque era el traicionero menisco el dañado. Cuentan los doctores casos de futbolistas (aunque le puede pasar a cualquiera) que han estado meses con el menisco roto sin darse cuenta. Pero esa dolencia aparece en cuanto se busca. Y apareció en las pruebas a las que fue sometido ayer. Justo el día que cumplía 300 partidos en Primera, se acabó su superracha de 65 encuentros consecutivos completos. Ahora le llega el turno a Guillermo Ochoa, que llevaba 561 días esperando uno como el de anoche.

No que se lesionara su compañero, sí ser el guardameta titular del Málaga. Además, no será flor de un día. Al menos cinco encuentros consecutivos no se los quitará nadie, si bien su continuidad podría extenderse casi hasta el final de Liga. Porque los plazos de convalecencia para este tipo de lesión nunca son exactos. Los doctores lo abren bastante, entre uno y tres meses, porque cada rotura y cada rodilla es un mundo. Ahí está el caso reciente de Nordin Amrabat, que a finales de septiembre sufrió la misma dolencia y regresó a los terrenos de juego en el estadio del Espanyol unos días antes de que se cumplieran dos meses de su ausencia.

Ochoa se sentía en parte engañado porque consideraba que le habían convencido con el fichaje para ser el guardameta titular a rebufo de su gran Mundial con México hace dos años. Cuando todo indicaba que así sería, la falta de una pretemporada continua, el buen papel veraniego de Kameni y el reajuste de su contrato, que amenazaba con una marcha de última hora, cambió la situación radicalmente. Se tuvo que conformar con los residuales partidos de Copa del Rey y éste.

La buena noticia para él es que da igual si su rendimiento es mejor o peor, sabe que será titular al siguiente encuentro, y ello le puede dar más tranquilidad para mostrarse bajo palos. En Riazor, pese a que encajó tres tantos, el primero de ellos a los seis minutos de debutar, no se le puede achacar precisamente una mala noche. Ahora se espera lo mejor del Memo, que recuperará el intenso apoyo de México, siempre tan pendiente de él aun cuando no jugaba, y también tendrá el de La Rosaleda, como así ocurrió con Kameni, que entre hoy y mañana será operado en la capital a la espera de encontrar quirófano.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios