Una hoguera mal apagada fue la causa del que ya es considerado como el incendio forestal más grave desde 2001 y en el que quedaron completamente calcinadas 684 hectáreas. Fue mucho lo que se llevaron las llamas el pasado 11 de septiembre, afortunadamente ninguna pérdida personal, pero sí parte de la incalculable riqueza que atesora la Sierra de Mijas y que la historia se ha empeñado tantas veces en castigar.

El tiempo se encargará de devolver a la naturaleza lo que el fuego le arrebató en aquel infierno en el que se convirtió la sierra durante 48 horas, pero habrá tesoros únicos que costará recuperar. Una de las partes más afectadas es la zona de Elviria, conocida por su denso y rico alcornocal, aunque también atesora una vegetación muy peculiar por el tipo de roca en la que crece y que ha sido devorada por las llamas.

Pocos lo saben, pero al oeste de la Sierra de Mijas en plena Sierra de Alpujata se localiza el macizo más grande de peridotitas de toda esa zona, junto al llamado Puerto de los Pescadores que ha sido siempre paso natural entre la Costa del Sol y el Valle del Guadalhorce, y al que sólo le supera en importancia la Sierra Bermeja. Su peculiaridad radica en que se trata de un tipo de roca surgida por los distintos estiramientos que ha sufrido la corteza terrestre a lo largo de la historia y que ha conformado un hábitat único que alberga numerosas especies vegetales que no existen en otro lugar.

Lo pudo comprobar el profesor de Biología Vegetal de la Universidad de Málaga, Andrés Vicente Pérez Latorre, sobre el terreno. "El matorral que había sobre las peridotitas de esta zona, una vegetación tan rica por su rareza, ha sido arrasado", aseguró.

Al igual que en el resto de la superficie forestal afectada se podrán llevar a cabo tareas de reforestación para tratar de devolverle a la sierra la imagen que tenía antes del incendio aunque tengan que pasar decenas de años, en el caso de la vegetación asociada a las peridotitas no hay más solución que dejar a la naturaleza que haga su parte. "Es un matorral especialista en vivir en suelos muy duros y no aptos para la vida, por lo que la única manera de garantizar que se recuperen es que el ser humano no intervenga", explicó el experto.

Ningún plan de la Consejería de Medio Ambiente, señaló, sería "válido" para recuperar una vegetación tan valiosa, por lo que confió en que se planifique adecuadamente la actuación de reforestación para no afectar aún más a este macizo.

Otra pérdida irreparable será previsiblemente la gran cantidad de alcornoques de la zona que se vieron afectados por el incendio del pasado 11 de septiembre y que habían sido descorchados hacía poco tiempo, lo que complicará y mucho su recuperación de forma natural.

Para muchos aquel incendio no es más que uno de otros tantos que se producirán en esta valiosa sierra si no se adoptan urgentes medidas para su protección. Los ecologistas lo han planteado una y mil veces y hasta el ex presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, se comprometió a impulsar la declaración de la Sierra de Mijas como paraje natural en caso de ganar los comicios autonómicos del 9 de marzo de 2008.

No dio más detalles, pero bastó para arrancar el aplauso de los vecinos que veían la protección de la sierra como el sueño cumplido de una vieja demanda de los mijeños y de grupos ecologistas tras el incendio forestal que arrasó más de mil hectáreas de monte en julio de 2001. Las elecciones las ganó, pero la sierra sigue sin protegerse.