A falta de que se confirmaran las dos últimas piezas del mecano del que dispondrá Joan Plaza ya se podía intuir el retrato robot de la plantilla del Unicaja. Con las adiciones de Maodo Nguirane, ya miembro de pleno derecho de la primera plantilla, y Kostas Vasileiadis el cuadro queda completo. La media de edad de la plantilla es de 26.5 años, o sea, en plena madurez. Sólo Fran Vázquez y Kostas Vasileiadis están en la treintena y tienen 31 y 30 años, respectivamente. Maodo es el benjamín, no cumplirá 21 años hasta noviembre. La media sube levemente sobre la temporada pasada pero se mantiene en los 26. Domas Sabonis, con sus 17, la bajaba.

La estatura media se cifra en 2.01 metros, con sólo cuatro jugadores por debajo de los dos metros. La medida de los dos teóricos treses, Kuzminskas (2.05) y Suárez (2.03) da idea de que no se carecen de centímetros. Jayson Granger es el más bajo (1.88 metros) y Golubovic (2.12) el techo de la plantilla. Y todos los jugadores han jugado algún partido de ACB menos Thomas y Green y todos jugaron Euroliga menos el propio Thomas y Stefan Markovic.

Así pues, se conforma un plantel considerado como el más ilusionante del último lustro, porque aúna la columna vertebral, salvo Caner-Medley, de la temporada pasada, con cinco de los seis jugadores que más minutos fueron empleados aún aquí. El reto es que el dúo Thomas-Green mantengan el rendimiento del trío Medley-Hettsheimeir-Domas Sabonis. Su desconocimiento de la competición es un temor relativo dentro del club. Markovic complementa a Granger, Vasileiadis sube varios puntos el nivel del perímetros, Golubovic tiene el reto de emular a Stimac y jugadores como Kuzminskas ya pasaron el rubicón de su primer año fuera de su país. Hay motivos para pensar en cosas grandes.