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La NBA examina a Dragic en el Palau

  • El esloveno se juega hoy el pase a semifinales del Mundial ante EEUU Las franquicias le seguirán de cerca.

Zoran Dragic saltará hoy a la cancha del Palau Sant Jordi para tratar de lograr lo imposible. Meter a Eslovenia en las semifinales del Mundial supondría apear del camino hacia el título al rodillo estadounidense, que ha limpiado, hasta la fecha, a sus rivales con insultante facilidad. El jugador del Unicaja volverá a ser la referencia del combinado balcánico, aunque sobre sus hombros tendrá una presión extra. Y es que varias franquicias de la NBA ya le han tanteado para que cruce el charco, por lo que la cita ante la selección norteamericana invita a que muchos ojos sigan de cerca el juego del alero, que está en el escaparate de la NBA. Su Mundial le ensalza aún más, puesto que está siendo un estandarte de Eslovenia, que se cruza en el camino de EEUU, tras la derrota en la fase de grupos ante Lituania. La montaña olímpica de Montjuic será el enclave del examen al que se someterá Zoki.

Después de una temporada sobresaliente, abrazado por Joan Plaza toda vez que no se consumó su salida el verano pasado, a Dragic le aparecieron novias suficientes para marchar del Unicaja. No obstante, la entidad de Los Guindos anunció, a comienzos del verano, su renovación por dos temporadas más, aunque no se renegoció la cláusula de salida, que se mantiene en una cifra poco superior al medio millón de euros.

La idea de Zoki es jugar en Málaga un año más y ver si hay ofertas en firme desde EEUU, aunque desde hace varias semanas hay algunas franquicias que le siguen con detenimiento, entre otras los Pacers de Indiana. Y es que el cajista quiere seguir los pasos de su hermano, Goran, junto con quien está llevando en volandas a Eslovenia en este Mundial.

Con 13.2 puntos de media y casi cuatro rebotes por partido, a Dragic se le va a mirar con lupa en el encuentro de hoy. Una gran actuación, como la que cuajó en el amistoso, previo a la cita, que enfrentó a EEUU y Eslovenia en Gran Canaria, donde demostró ser competitivo rodeado de estrellas NBA, podría reactivar una opción que, a día de hoy, parece complicada que pueda tener viabilidad para la próxima temporada.

El Palau Sant Jordi será el marco de excepción en el que Dragic puede dar el paso definitivo para lograr el salto que ya dio su hermano. Muchos ojos le seguirán y le medirán para ir preparando una posible oferta en 2015.

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