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"Me toca hablar menos y demostrar más"

  • Mindaugas Kuzminskas se toma su segunda temporada como un examen para mostrar sus cualidades: "Me siento con confianza para hacer cosas diferentes en la pista"

Si se hiciera una encuesta en la plantilla del Unicaja sobre qué jugador posee las mejores condiciones físicas y técnicas para descollar en el baloncesto la mayoría respondería seguramente el nombre de Mindaugas Kuzminskas. Un alero de 2.05 metros capaz de hacer muchas cosas diferentes, con un potencial infinito. Pero le falta un punto de dureza mental, de cocción o madurez, atravesar ese rubicón de exhibir sobre la cancha lo que se le supone. Y no es por falta de autocrítica, es perfectamente consciente de lo que se espera de él. Y de lo que se exige a sí mismo.

Tras su primera sesión de trabajo de la temporada en el Unicaja, recién incorporado tras jugar la Copa del Mundo con Lituania, Kuzminskas reflexiona en Benahavís sobre su actuación en el evento. "Es una experiencia nueva, bonita. Quizá esperaba un poco más de mí mismo. En los partidos amistosos tuve mucho más protagonismo. No empecé muy bien la Copa y fui jugando menos y menso. Estoy contento por haber competido con los mejores, aunque no tanto por no haber cogido una medalla, que tuvimos dos oportunidades y no la tomamos", lamenta Kuzminskas, que acabó el Mundial con el buen regusto de su actuación ante Estados Unidos. Anotó 15 puntos y mostró que puede dar el nivel incluso ante los mejores. Pero le queda la regularidad.

"Me hubiera gustado ir a Lituania de vuelta. Allí nos esperaban 5.000 personas como si hubiéramos ganado. Mi corazón estaba allá. Pero lo principal es preparar la temporada lo mejor posible y no tenía tiempo que perder. Por eso ya estoy aquí trabajando", asegura el alero lituano, que en octubre cumplirá 25 años y que asume lo que debe ser su temporada en el Unicaja, la segunda fuera de casa, ya sin peaje de adaptación por delante. "Es una temporada más importante, me siento mejor, adaptado. Vine a Málaga hace unos días y enseguida me sentí como si fuera en casa. Conozco a muchos compañeros del año pasado, también al entrenador aún más, veremos cómo va todo", dice Kuzminskas, que de manera taxativa responde a lo que debe mejorar: "Necesito hablar menos, trabajar más y demostrarlo en la pista. Me siento bien, con confianza para hacer cosas diferentes. Es mi primer entrenamiento, pero hablé con los otros que estábamos el año pasado y la idea es que el equipo que hay es muy bueno. Pero una cosa es lo que hablas y otra lo que demuestras en la pista. Y lo tenemos que demostrar en el parqué".

El verano ha sido bastante ocupado para Kuzminskas, que sólo tuvo dos semanas de descanso tras la finalización de los play off por el título. Lituania fue la selección más madrugadora a la hora de comenzar el trabajo, jugó nada menos que 14 amistosos antes de la Copa del Mundo. Kuzminskas se ha puesto a las órdenes de Plaza con más de 20 encuentros y 50 entrenamientos en sus piernas. "No he tenido tiempo en trabajar específicamente en mis habilidades, pero los técnicos de la selección lituana son muy buenos y seguro que he mejorado", culmina Kuzmisnkas cuando se le pregunta si le dio tiempo a trabajar en el tiro u otro aspectos técnicos. La competición consume todo. Sin apenas vacaciones ni receso, Kuzminskas afronta la temporada 2014/15 como su reválida. Sin excusas.

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