Limoges-unicaja

Limoges como lanzadera

  • El Unicaja busca cerrar ya el pase matemático al 'Top 16' ante un conjunto galo que apura sus opciones en Euroliga 14 años después, vuelta al lugar donde se jugó la primera final de Korac.

El Unicaja se toma el encuentro de esta noche en Limoges (20:00, Beaublanc) como un especie de reválida, de examen de recuperación tras el suspenso por los pelos de Berlín. En el hogar del Alba Berlín tuvo el cuadro malagueño el pase matemático al Top 16 de Euroliga, pero una canasta de Redding en el último suspiro postergó la clasificación. Es prácticamente un hecho que el Unicaja estará en la siguiente ronda de la máxima competición continental, pero la idea es atarla cuanto antes y poder dosificar algunos esfuerzos. Con la vista en los duelos posteriores contra los gigantes del grupo, Maccabi y CSKA, Limoges aparece como una oportunidad para finiquitar unos deberes que ya se adelantaron en las primeras jornadas.

El pase del Unicaja al próximo Top 16 significa estar entre los mejores de Europa por décima temporada consecutiva. Es un logro que no por repetido es menos meritorio. En un símil futbolístico, es como si se llega por costumbre a octavos de Champions League. El Unicaja, a pesar altos y bajos, dientes de sierra y algunos años de travesía por el desierto, ha seguido codeándose con los grandes europeos. Solamente Maccabi, Barcelona, Olympiacos y Panathinaikos han mejorado este registro cajista, lo que da idea de lo que supone. El Top 16 es la primera frontera, pero el Unicaja de Joan Plaza mira más allá.

Mira más allá porque se adivina en el Unicaja una capacidad baloncestística y un potencial de crecimiento importantes. "Aún no hemos hecho ningún partido redondo ni en ACB ni Euroliga", dijo el domingo el técnico tras vencer sin demasiado apuro al Fuenlabrada. Y eso lo afirmó Plaza cuando se ha ganado en Vitoria, Gran Canaria y Valencia y se ha puesto en problemas a rusos e israelíes (estos con el colchón del arbitraje de Radovic). El primer objetivo del equipo costasoleño tiene que ver con el juego; el segundo, el de los resultados, al fin y al cabo el fundamental, lo está cumpliendo con suficiencia: siguiente ronda de Euroliga a tiro, sólo una derrota en Liga Endesa, clasificación a la Copa ya atada. No hace mucho se sufría lo indecible para acabar la primer vuelta entre los ocho primeros.

Para el Limoges, en Euroliga por vez primera en este siglo, ganar al Unicaja significa estar vivo en la competición. Aunque domina la competición liguera con puño de hierro (balance de nueve victorias, una derrota), sufre urgencias en Euroliga. Jamar Smith es su referencia anotadora.

El partido entre Limoges y Unicaja se juega a partir de las 20:00 en el Palais des Sports Beaublanc. El pabellón de Limoges trae buenos recuerdos. No se pudo hacer nada ante Marcus Brown y compañía, pero, en perspectiva, fue allí donde el Unicaja se hizo grande de Europa, en el 2000. El Limoges fue el rival de aquella final de la Korac. El conjunto verde pudo resarcirse el año siguiente. 14 años han pasado. 14 años después, el Unicaja vuelve a Limoges.

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