Málaga

De la Torre pide a la Junta abrir los ojos del puente de la Azucarera

  • El alcalde apunta que es "más barato e inmediato" que construir una nueva infraestructura

El puente del Guadalhorce sobre el que pide actuar.

El puente del Guadalhorce sobre el que pide actuar.

Una de las soluciones esgrimidas por los expertos para evitar inundaciones en el Guadalhorce es construir un nuevo puente en la Azucarera, pues el actual tiene vanos pequeños y menos capacidad de desagüe. Hacerlo supondría una inversión de unos 60 millones de euros y, mientras se consigue el dinero y la voluntad política necesaria, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, instó ayer a la Junta de Andalucía a tomar una medida alternativa temporal como es limpiar los vanos del puente existente para permitir que, en caso de lluvia, se sufra menos. "Hay unos ojos del puente cegados y a corto plazo lo más viable es abrirlos. Eso no debe ser muy caro y llamo a la responsabilidad de la autoridad hidráulica [Junta] para que en el río haya los menos obstáculos posibles ya que eso es un cuello de botella", afirmó De la Torre, quien indicó que el Consistorio estaría "dispuesto" a colaborar con esa medida, pero siempre recordando que la competencia es autonómica.

"Nunca hay que dejar los proyectos grandes", mencionó De la Torre respecto a la posibilidad de construir un puente nuevo más moderno y más grande, "pero si hay soluciones más baratas, inmediatas y útiles lo inteligente es hacerlo cuanto antes", resaltó. En este sentido, apuntó que esta opción intermedia también es defendida por el propio Ministerio de Fomento a través del organismo de estudios Cedex. "Hay estudios del Cedex que plantean este tipo de alternativa. No sé si ha sido oficialmente recibido y divulgado, por lo que hay que tratar de avanzar de forma oficial", prosiguió el alcalde, que abrió la posibilidad de reunirse con los técnicos de la Junta de Andalucía para tratar este asunto.

De la Torre participó en la inauguración del foro Inundabilidad y lluvias torrenciales en Málaga, que se celebró en el edificio de Urbanismo con la presencia de varios expertos. El alcalde precisó que "Málaga es una ciudad más fuerte y sólida que antes y la presa del Guadalmedina nos da una seguridad enorme". No obstante, dejó claro que si caen lluvias torrenciales, como las ocurridas por ejemplo en febrero de este año, "es muy difícil que se tenga la capacidad de desagüe adecuada, pero aún así podemos utilizar inteligentemente la salida natural en cauces naturales como hemos hecho en los arroyos del Guadalmedina y en otros arroyos litorales". De la Torre subrayó que el Centro, la Carretera de Cádiz o el polígono Guadalhorce "son zonas bajas y muy horizontales donde el agua se mueve con menos velocidad y hay que preparar infraestructuras de gran tamaño".

Por otra parte, Antonio Talón, técnico de Emasa, destacó el hecho de que en Málaga el 50% de las redes sean separativas -de aguas pluviales y residuales-, aunque lamentó que "el principal inconveniente son las conexiones incorrectas en los edificios, de forma que Emasa ha tenido que hacer una campaña tremenda para localizarlos y arreglarlos". Este experto comentó que si hay lluvia normal la red aguanta, pero cuando son torrenciales se suelen cegar las embocaduras de todos los arroyos, se satura la red de saneamiento y se inundan los puntos bajos. Si caen 100 litros por metro cuadrado en unos minutos es prácticamente imposible de absorber, pero sí se pueden paliar los efectos, explican, con la ampliación de los embovedados, la reforestación de las cuencas, la actuación en puntos críticos de arroyos o la mejora de la captación de aguas en escorrentías.

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