La provincia de Málaga cuenta con siete playas naturistas a lo largo de toda su costa. Siete lugares de tradición nudista en los que ir sin ropa no es una opción, sino una obligación. Para muchos es una filosofía de vida, para otros se trata de "una forma de vivir en armonía con la naturaleza", como señala la Federación Española de Naturismo.

En la zona oeste de la provincia se encuentra la mayoría, en concreto cinco de ellas. La más próxima se trata de la playa de Guadalmar, también conocida como de San Julián, próxima al aeropuerto y al Club de Golf de Málaga. Precisamente, durante el pasado mes de junio los usuarios de esta playa denunciaron la reducción del espacio habilitado para la práctica del nudismo, además de haber sido relegados a un espacio más lejano, sin servicios públicos y con peor acceso.

Sobre este asunto, Anastasia González, presidenta de la ya desaparecida asociación nudista Malagueña-Guadalmar, señala que "nos han desplazado sin comunicarnos nada". "Ahora nos han movido unos 600 metros más hacia dentro, con un acceso pésimo". Además, "es una vergüenza cómo está, parece tercermundista con tanta basura", apostilla Anastasia, cuyo enfado se percibe desde el otro lado del teléfono conforme pasan los minutos de conversación y recuerda cómo se encuentra la playa.

También los políticos les enfadan. Especialmente aquellos que llaman a este tipo de lugares como "la playa de los guarros" y los que intentan "quitárnosla, acortándola cada año más".

Por su parte, en Benalmádena se encuentra la playa de Benalnatura, situada entre La Viborilla y Las Yucas. Esta coqueta cala de unos 100 metros de longitud y unos 30 de ancho está rodeada por acantilados rocosos y una frondosa vegetación, lo que, junto a su agua limpia, la convierten en uno de los mejores lugares para la práctica del nudismo. Además, dispone de servicios de duchas y aseos. Así como un chiringuito y parrillas para la elaboración de barbacoas a escasos metros de la misma playa.

Dirección al oeste, en Mijas Costa, está Playamarina. La única playa naturista de esta localidad malagueña se ubica en El Chaparral, junto a El Faro. Cuenta con una longitud de 500 metros y es uno de los puntos más tranquilos y reservados del litoral, puesto que su acceso es peatonal. Como curiosidad, en esta zona es donde se produjo la llegada del general Torrijos y sus hombres a la costa mijeña el 2 de diciembre de 1831. Sin embargo, uno de los principales atractivos es su rico fondo marino, en donde se puede apreciar una gran biodiversidad compuesta por especies europeas, mediterráneas, atlánticas y africanas. En cuanto a los servicios de los que dispone, cuenta con socorristas y duchas.

En Marbella se localiza otro de los más bellos parajes naturistas de la costa. Esta playa marbellí, conocida como la playa de Artola-Cabopino, debe su nombre a una zona protegida que se encuentra junto a ella, denominada Dunas de Artola. Exactamente dispone de una longitud de 1.200 metros y una anchura media de 30 metros, siendo el límite de esta playa la torre de Los Ladrones, construida en el siglo XVI por los árabes para su defensa y declarada Bien de Interés Cultural.

Sin embargo, uno de los aspectos negativos de esta playa es la ausencia de servicios. Tan solo en la parte textil se pueden encontrar algunas instalaciones.

Cerca de Marbella, en Estepona, se encuentra la playa naturista de Arroyo Vaquero, situada a tan solo ocho kilómetros del municipio, junto a la playa de Bahía Dorada. Se trata de una de las playas naturista más grande de la provincia, con una longitud de dos kilómetros y medio y una anchura media de 20 metros. Su ambiente tranquilo y su moderada tasa de ocupación convierten a este lugar en uno de los preferidos por los naturistas, especialmente los turistas extranjeros. Precisamente, el que fuese el primer complejo naturista de España se encuentra a escasos metros de esta playa paradisiaca.

Asimismo, se trata de un lugar apropiado para la práctica del submarinismo, debido a la gran vegetación y la fauna que se encuentran en las numerosas rocas que están hundidas en sus aguas. En cuanto a los servicios de los que dispone esta playa, dos de los aspectos más importantes es que cuenta con un amplio espacio para aparcamiento, así como un acceso adaptado a la zona de baño para las personas minusválidas.

Las otras dos playas naturistas con las que cuenta el litoral malagueño están en el Este de la provincia, en concreto en Almayate y en Nerja. La de Almayate se encuentra en una zona muy poco urbanizada de la población del mismo nombre, aunque pertenece a Vélez-Málaga, y se trata de la playa naturista de Málaga que cuenta con una mayor extensión. Su longitud alcanza los 2.800 metros y su anchura es de 30 metros. Asimismo, uno de los principales atractivos es su naturaleza y la playa virgen que se ubica junto a ella. No obstante, a pesar de su extensión y belleza, la playa de Almayate es muy poco frecuentada debido a los escasos servicios que ofrece.

También es poco frecuentada la playa de Cala del Pino la última de la costa malagueña. Esta playa virgen escondida entre huertas y acantilados se localiza en Nerja, en el marco de un pareja natural protegido entre las Alberquillas y Torre del Pino. En cuanto a su extensión, apenas cuenta con 350 metros de longitud y 10 de anchura.

Por su parte, sus limpias aguas y las numerosas rocas y formaciones submarinas hacen de esta playa un lugar apropiado para la práctica del buceo y el snorkel. Sin embargo, uno de los aspectos negativos de Cala del Pino se trata de la ausencia de instalaciones y servicios. Esto, junto a su difícil acceso y la falta de autobuses que lleguen hasta el lugar, hace que su tasa de ocupación sea baja.

Respecto a esta filosofía de vida, Anastasia González califica a los usuarios de las playas de tradición nudista como "gente sana que respetamos tanto a las personas como al medio ambiente". De hecho, "muchas personas textiles -así denominan a las personas que acuden en bañador- entran en nuestras playas porque somos gente pacífica, tranquilos y respetuosos", añade. Algo que le incomoda, puesto que quiere que se respete el espacio delimitado para la práctica nudista.

Desde la web de la Federación Española de Naturismo aportan varios argumentos para sumarse a la práctica del nudismo. Entre ellas, destacan que desarrolla y promueve la salud mental y física, así como la sexual. Además, el naturismo es socialmente constructivo y especialmente consistente con el feminismo y la lucha por los derechos de la mujer.

Hasta el mes de marzo de este año, los naturistas de Málaga estaban organizados y amparados por la asociación nudista Malagueña-Guadalmar, la cual estaba presidida por Anastasia González. A pesar de su corta vida, puesto que la asociación apenas se mantuvo en funcionamiento durante un año, en el momento de la desaparición contaba con más 60 socios y en ese periodo consiguió la implantación de varias duchas en Guadalmar. En cuanto a sus preferencias, González no lo oculta y recomienda las playas de Benalnatura y Almayate. Para ella son "las mejores", sobre todo por la limpieza de la arena y sus aguas.

No obstante, la asociación malagueña que cuenta con mayor importancia e historia se trata de Benalnatura, fundada en 1990, aunque sus orígenes se remontan a la década de los 70. Actualmente cuenta con más de 1.400 asociados, los cuales contribuyen a las mejoras de la playa de Benalnatura con una cuota anual de 15 euros o 20 euros, en el caso de ser socio familiar. Respecto a la finalidad de esta asociación, según sus estatutos, es "crear y mantener una playa donde se practique la filosofía del nudismo en su auténtica y única dimensión".

Asimismo, a nivel regional existen varias asociaciones, aunque destaca la Asociación Naturista-Nudista de Andalucía, conocida como ANNA, la cual está integrada en la Federación Española y en la Federación Internacional de Naturismo. Desde ANNA se "promueve e impulsa el desarrollo y el prestigio naturista y defiende la práctica del naturismo en lugares públicos".

A pesar del elevado número de usuarios naturistas, en algunos municipios españoles se ha vetado esta práctica, como en San Pedro del Pinatar, en la provincia de Murcia, donde a partir de mañana no se podrá hacer nudismo en ninguna de sus playas, las cuales, algunas de estas, tienen tradición naturista desde la época de la dictadura franquista. En Mazarrón, también localizada en la región murciana, aprobaron a principios de abril una ordenanza en la que se establecían multas de hasta 3.000 euros para quienes hicieran nudismo en las playas no autorizadas.

Otra situación similar se vivió en el mes de mayo en el municipio murciano de Lorca, donde el Ayuntamiento aprobó una ordenanza reguladora en la que se contemplaba multar a quienes hicieran nudismo en cualquiera de sus 13 playas. No obstante, tras una semana repleta de polémicas y la disconformidad mostrada por diversos colectivos, el Ayuntamiento dio marcha atrás a su medida y permitió el nudismo.