"Morir bien es un derecho y la sociedad española está madura para conquistar su derecho a morir dignamente". Así de contundente es José María García, representante de la asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) en Málaga. Esta organización aún no se ha dotado de estructura legal en la provincia, pero ya tiene una delegación de la federación nacional y unos 40 socios. DMD considera que la Ley Andaluza de Derechos y Dignidad de las Personas ante el Proceso de la Muerte "es un avance", pero va más allá y reivindica el derecho a la eutanasia y al suicidio asistido, dos figuras que actualmente son ilegales.

García argumenta que estas dos opciones frente a la muerte "no es quitarnos ancianos de encima o asesinar gente" como pretenden hacer creer sus detractores, sino un derecho de cada persona. "El problema es que hay miedo en los políticos a enfrentarse a ciertos estamentos", apunta para después precisar: "La Iglesia no debe meterse en la organización de un Estado".

En opinión del representante de DMD en Málaga, la muerte no debería ser un tabú: "Igual que es importante vivir bien, es importante morir bien. Afrontar la muerte debería ser tan cotidiano como comprar el pan. Es lo más normal del mundo. Se mueren los planetas, las plantas, los animales y las personas. Sin embargo, se nos enseña a vivir bien, pero a morir no se nos enseña. Si se nos enseñara a afrontar la muerte, no sería tan traumática".

García es uno de los alrededor de 40 socios que tiene MDM en Málaga. Se sumó a la organización por conciencia personal y porque se enfrentó a una situación familiar de la que prefiere no dar detalles. Según la organización, entre sus socios hay tres perfiles de personas. Uno, el de ciudadanos que simplemente comulgan con el ideario de la asociación. Otro, el de familiares que han vivido de cerca la muerte complicada de un ser querido y que no quieren que la misma situación se repita con ellos. Tercero, el de pacientes con enfermedades degenerativas o en estado terminal que no quieren morir con dolor ni que se extremen las medidas terapéuticas para mantener su vida.

Desde DMD se aconseja "encarecidamente" a todos los ciudadanos que hagan su testamento vital y se aboga por la despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido. Estas dos posibilidades no están recogidas ni en la Ley de Autonomía del Paciente, de carácter nacional, ni en la ley andaluza que regula la muerte digna. La organización asegura que en la actualidad no tiene ningún caso en Málaga, aunque reconoce que hubo uno del que no da detalles. DMD aún no tiene sede en la provincia, pero sí un email de contacto que es dmdmalaga@eutanasia.ws y una página web a nivel nacional en la que puede consultarse el ideario de la asociación y sus teléfonos.