La Junta de Andalucía insiste en su órdago ante el Gobierno central sobre el límite de endeudamiento. El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, expuso ayer que el Gobierno andaluz no está pidiendo tener un mayor endeudamiento "sin más" sino que ante "situaciones diferentes" de deuda en cada comunidad, tendría que haber un "trato diferente" a cada una.

El Gobierno ya ha manifestado su oposición, pero desde la Junta de Andalucía se insiste en un trato diferenciado. Todo ello después de que el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, pidiera a principios de mes que se imitase con las comunidades la posibilidad de recurrir a un endeudamiento en función de la salud de la economía como se ha autorizado a los ayuntamientos.

En el ámbito local, consistorios del PP, el último ayer el de Granada, y de IU, como Córdoba, han reclamado que las liquidaciones a cuenta que tienen que devolver al Estado puedan hacerlo en especie, a modo del pago en solares con el que el Gobierno saldó la deuda histórica. El consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, afirmó ayer que es un "error" que un ayuntamiento se "desprenda" de suelo.

Ayer en el Senado, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, acusó al Gobierno de "intentar demonizar" a los ayuntamientos por el nivel de deuda y apuntó que ve "visos de ilegalidad" en la propuesta de flexibilidad del Ejecutivo. La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, apuntó que ésa será la única permisividad del Gobierno, que seguirá "manteniendo el objetivo de contención" de la deuda "en todos los niveles" de la Administración, con lo que denegó la propuesta de la Junta.