El fiscal sostiene que la autoría del incendio de Riotinto está acreditada

Las acusaciones mantienen los cargos contra Emilio Perdigón, a pesar del giro de las declaraciones de los testigos · El único imputado dice que es un "cabeza de turco"

M. R. F. / Huelva

20 de enero 2010 - 05:04

El Ministerio Fiscal aseguró ayer que ha quedado acreditado que el acusado por el incendio ocurrido en Minas de Riotinto (Huelva), Emilio Perdigón Panduro, "ha mentido desde su primera declaración" y que todos los indicios "destruyen la presunción de inocencia del acusado". Ésta fue la posición de la Fiscalía durante la segunda y última sesión del juicio, en la que finalmente quedó suspendida la declaración por videoconferencia de dos peritos, que acreditaron la identidad de los fallecidos, para dar paso directamente a las conclusiones definitivas de las partes.

Perdigón, dijo el fiscal, es "un perfecto conocedor de la zona y diseñó desde su primera declaración el trayecto perfecto, que lo se situaba de lo más lejos posible del punto de inicio del foco número cuatro", que fue el que más se extendió, indicando además que si el acusado hubiera salido de su casa a las 16:00, tal y como ratificó anteayer, en dirección al pantano del Zumajo para darse un baño, "nunca se hubiera producido este juicio porque el acusado sería otro más de los fallecidos".

En esta línea, matizó que, a pesar de las modificaciones existentes y "la amnesia temporal" advertida en algunas de las declaraciones de la veintena de testigos que comparecieron ayer, y en la de uno de ellos especialmente, "lo que encuentra su explicación, sin duda, en la presión que debe haber sufrido por parte del acusado", existen indicios que "destruyen la presunción de inocencia del acusado".

Por su parte, el abogado defensor de la familia de las víctimas, Antonio Rubio, quien ha retirado la responsabilidad civil subsidiaria de la Junta de Andalucía y ha optado por seguir con la responsabilidad civil directa contra el acusado, manifestó que al principio entendían que "podría haber una responsabilidad por parte de la Administración porque se había desatendido una serie de obligaciones en cuanto a la prevención de incendios, pero finalmente se ha retirado". Rubio, quien solicitó una pena de 28 años de prisión, pidió a su vez una solicitud a la sala para que las declaraciones realizadas ayer por dos testigos en concreto, se unan a las vertidas ante la Guardia Civil y el Juzgado de Instrucción en 2004, y que abra un procedimiento ante un posible delito de falso testimonio.

Perdigón dijo a los periodistas a la salida del juicio que es una "cabeza de turco" e insistió en que "no ha habido ningún testigo que haya dicho que yo lo hice".

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