Sevilla

La última pataleta de los críticos

  • Algunos ven una operación orquestada tras la dimisión de Toscano, que resucita una batalla medio soterrada tras los congresos que amenaza con activarse si, tras las catalanas, el PSOE abre un debate para su refundación.

Lo advierten los más viejos en el PSOE de Sevilla: una cosa es la democracia interna y otra la anarquía. Después de los congresos, toca asumir las victorias y, sobre todo, las derrotas. Tragar saliva y seguir adelante. Y por eso no deja de sorprender la decisión adoptada esta semana por Francisco Toscano, el alcalde de Dos Hermanas, que ha abandonado la presidencia de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) tras conocer que la dirección regional había cambiado de candidato.

"No ha asumido el relevo", coincidieron este jueves varios dirigentes consultados, que criticaron la pataleta de Toscano y lamentaron su gesto soberbio. Morir matando o lo que es lo mismo, salir del convento haciendo algo bastante feo... Es la única explicación que en su partido encuentran a su decisión, pues, al dimitir, Toscano ha dejado la presidencia de la FAMP en manos del PP, el partido que precisamente ha abandonado la federación y que ahora debe convocar la asamblea para renovar un órgano que estará presidido -pues ya PSOE, IU y PA así lo han acordado- por Fernando Rodríguez Villalobos, el actual presidente de la Diputación de Sevilla. Casualmente un militante que ha medido sus fuerzas con Toscano en los últimos procesos congresuales del partido, resultando vencedor.

Blanco y en botella. Este jueves había muchos que no tenían la más mínima duda de que Toscano actuó con ánimo de venganza. ¿Y de qué se quería vengar? De que el PSOE haya querido prescindir a estas alturas de uno de sus pesos pesados en Sevilla, un veterano barón que preside el mayor ayuntamiento de Andalucía donde el PSOE sigue gobernando por mayoría absoluta y que goza todavía de margen para defender su gestión y sus políticas. Y, a pesar de todo esto, de que haya elegido como máximo exponente del municipalismo a Villalobos.

Toscano se muestra muy dolido. Es cierto que las que más escuecen son siempre las heridas de la deslealtad. Y por ahí van los tiros. ¿Quién ha sido desleal con quién? Al alcalde le ha decepcionado que la falta de "humanidad" que han mostrado algunos de sus compañeros, dirigentes del partido, a la hora de anunciar el relevo. Este jueves argumentó de nuevo que se va porque la explicación que le ha dado la dirección para justificar que él no siga en la FAMP tras ocho años no le convence. El argumento es que toca abrir "una nueva etapa".

A eso se llama renovación, lo que para algunos es un mero eufemismo para justificar la integración, más o menos forzosa, del sector crítico. Y Toscano sigue sin asumirlo porque, según ha repetido estos días, hace un año que la dirección regional del partido le garantizó su continuidad. ¿Qué ha pasado desde entonces? Varios congresos y varios pulsos donde los críticos se han mantenido, en ocasiones, por encima del tercio de los votos. Y en los que Toscano se ha puesto al frente de un sector, alzando su voz al lado de Alfredo Pérez Rubalcaba y desafiando en Andalucía al propio Griñán o a la poderosa Susana Díaz criticando que el partido esté cerrado y monopolizado por la dirección. En definitiva, Toscano admitió este jueves que se va porque el partido no confía en él y nadie rebatió esta tesis. Eso es.

Es más, hay sectores que creen que el movimiento de Toscano responde a una operación orquestada y que habría dado ya la nota en Cádiz, donde el partido ha expedientado esta semana a seis críticos de la Diputación que se negaron a apoyar a Irene García, secretaria general, como portavoz del grupo en la Administración provincial. Movimientos orquestales desde el otro lado que unos se toman a choteo y que otros piensan que se acentuarían a partir de la próxima semana si se cumplen los sondeos demoscópicos de las elecciones catalanas del domingo y el PSOE se ve abocado a abrir un debate, nacional y profundo, donde habría que mover ficha y buscar nuevas posiciones en el tablero. Y toca afilar los cuchillos. En esta línea, hay quien piensa que esto forma parte de una batalla aún medio soterrada de Sevilla y que se volverá a escuchar a los críticos. Ojo: aquí son minoría y hablan con distinto acento. Quizás el de Toscano es más soberbio que el de otro alcalde, Antonio Gutiérrez Limones, que in extremis apostó, más que por la integración, por la ambigüedad. Hay muchas formas de sobrevivir.

El PSOE criticó hace días la "pataleta infantil" del PP, que optó por salirse de la FAMP frente al acuerdo alcanzado por las otras tres fuerzas políticas para refundar la entidad. Y horas después uno de los suyos, Toscano, le puso la cara colorada por otra pataleta, al romper las reglas del juego y tender un puente al enemigo.

El alcalde de Dos Hermanas salió este jueves de la FAMP con la satisfacción de haber dado la oportunidad al PP de reflexionar y formar parte de un proyecto que, tras un año de bloqueo político, pretende garantizar la gobernabilidad en los ayuntamientos, algo en lo que el PP, que gobierna desde Madrid, tiene buena parte de responsabilidad. Fina ironía de un alumno aventajado. Pero los tutores del partido aseguran que se aplicarán correctivos a todo aquel que no vele por la unión del PSOE en uno de los peores momentos de su historia. Ya se verá si fue una pataleta o algo más.

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