"Ya se ha dado el primer paso para que el PP vuelva a su casa". Francisco Toscano, histórico alcalde de Dos Hermanas y presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) hasta el miércoles , abrió ayer la puerta y entregó las llaves de la asociación a la vicepresidenta de la asociación, la alcaldesa de Marbella Ángeles Muñoz (PP). Un traspaso de poderes entre PSOE y PP insólito, y además, polémico.

Lo es porque la decisión de que gobierne el PP, aunque sea en funciones, ha sido una decisión individual de Toscano, justo cuando su partido había pactado con IU y PA sustituirle por el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos. Lo es porque el PP se salió recientemente de la asociación ante la falta de acuerdo para su renovación, y ahora va a costar, y mucho, que devuelva la propiedad. Y lo es porque el desaire de Toscano es un capítulo más de la lucha de históricos contra griñanistas que se libra en el PSOE a todos los niveles (federal, autonómico y provincial) y que ha venido a coincidir con otra batalla en Cádiz.

Toscano, que hace un año fue confirmado por el propio Griñán para renovar en el puesto, no quiso ocultar su desencanto. "En ellos prima el tener un mayor control político de las instituciones que tienen; será porque yo nunca he tenido peso en las estructuras que no lo comparto, y creo que no saber hasta dónde llega la responsabilidad les hace perder un poco el norte", afirmó ayer a los periodistas en respuesta a la airada reacción que ha producido en los actuales dirigentes socialistas (Mario Jiménez y Susana Díaz) su dimisión y posterior anuncio de traspaso de poder a su número dos, del PP, en una Ejecutiva en la que están representados cuatro partidos.

"Son consecuencias de actos humanos. Yo el lunes me entrevisté con ellos y planteé algunas cosas. Reflexioné 24 horas por si reaccionaban, y como no hubo reacción, el miércoles tomé la decisión que entiendo más coherente con mi forma de entender la vida", afirmó Toscano. El que ha sido los últimos ocho años presidente de la FAMP aseguró que el municipalismo, los alcaldes, tienen que estar por encima de los partidos a los que representan. Y ha sido fiel a esta máxima hasta el último día, mientras su partido pactaba con IU y PA hacerse con el poder en ausencia del PP. Es lo que ha hecho durante su mandato, dijo, y a pesar de las presiones que en ocasiones ha recibido de su partido. "Anoche hablaba con Chaves y recordábamos etapas de tensiones. Ha habido momentos duros, también con el presidente Griñán, en la negociación de la Ley de Autonomía Local, con un aislamiento que me marcó, pero se supo defender lo que defendía esta organización", relató. Toscano no ha hablado con Griñán en esta tormentosa semana.

La sintonía la ha encontrado en las filas del PP. A Muñoz, como un tutor, le dio el "consejo" de que supere las presiones de su partido y mire por los intereses de los alcaldes. "Me voy con la petición de que haga todo lo que tenga en sus manos para que el PP encuentre espacios en este acuerdo y al resto de formaciones, para que con un poquito de imaginación, haya espacio, porque hay mucho por lo que trabajar", concluyó Toscano.

El PP ha mantenido a dos alcaldes en la FAMP a la espera de que se resuelva el recurso que presentó por la entrada de nuevos socios tras las elecciones municipales y que, a su juicio, hubiesen desequilibrado la balanza del lado del PSOE en una votación que nunca se produjo.

La presidenta interina se sacudió las preguntas sobre sus intenciones y se escudó en que necesita tiempo para estudiar los Estatutos. Alcaldes se movilizaron ayer a instancia del PSOE para que la Ejecutiva se reúna antes de 15 días. "Ahora les han entrado las urgencias", respondió Muñoz, que no entró a fechar cuándo convocará la asamblea (está entre sus funciones) y si será en enero. Para terminar, en el Día de Acción de Gracias, Muñoz lanzó un guiño al anfitrión: "En política las formas son muy importantes; no hay que olvidar la finalidad de esta institución". El PP, cuando menos lo esperaba, ha trinchado el pavo.