El portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Antequera, Francisco Calderón, pidió al alcalde de la ciudad, Manuel Barón,  que abandone la “venta de humo e inacción” frente a la masiva llegada de proyectos para la instalación de grandes parques fotovoltaicos.

Los socialistas han pedido al regidor que tome “medidas contundentes” para evitar la implantación “masiva y sin control” de estas infraestructuras, al tiempo que sostuvieron que el intento del alcalde de responsabilizar únicamente al Gobierno central en este asunto es un intento de tapar su falta de actuación en este asunto.

En este sentido, aseguraron que la mayoría de los proyectos serían de menos de 50 megavatios, por lo que la administración competente en estos casos sería la Junta de Andalucía y no el Gobierno central.

Además, acusaron al regidor de mentir a los ciudadanos y de cambiar su argumentario cuando los residentes en la pedanía de Cartaojal han mostrado su rechazo al proyecto que ocuparía unas 800 hectáreas. “Barón se encuentra entre la espada y la pared por no haber actuado a tiempo, por no hacer caso a las propuestas del PSOE”, afirmó Calderón, que añadió que “una vez más, llega tarde y mal”.

“El Gobierno local no ha hecho absolutamente nada” aún estando avisado por el PSOE desde hace un año, ni han presentado alegaciones a ninguno de estos proyectos, algo que le parece muy llamativo cuando otros ayuntamientos si lo han hecho en aquellos proyectos que han entendido que perjudican a los vecinos ”, sostuvo el portavoz socialistas, que se preguntó qué habría ocurrido de presentarse alegaciones.

Por otra parte, exigieron al PP que “dejen de mentir, dejen de querer tapar el sol con un dedo y póngansé a trabajar en sus competencias, modificando puntualmente el PGOU para completar la regulación establecida  para la implantación de megainstalaciones de energías renovables y suspender, de esta manera, el otorgamiento de toda clase de aprobaciones, autorizaciones y licencias urbanísticas referidas a la implantación de estos proyectos durante un máximo de un año, prorrogable un año más, lo que puede servir de medidas disuasorias, como ya ocurre en Campillos o Álora”