Muere el creador de Lobo Park Antequera al intentar apagar un incendio en el complejo

La cuenta oficial de Lobo Park Antequera en la red social Instagram ha anunciado que uno de sus fundadores, Daniel Weigend,murió la pasada semana en sus instalaciones mientras trataba de apagar el incendio que se había declarado en uno de los edificios de este complejo natural antequerano, dedicado a la cría y promoción del lobo.

"En su espíritu, seguiremos educando a nuestros visitantes sobre la importancia ecológica de los lobos, su biología y su comportamiento social", han indicado en el comunicado. En el mismo también han informado que las instalaciones volverán a abrir sus puertas este jueves 31 de julio para recibir a los visitantes.

"Responsable como era Daniel, ya había marcado el rumbo para una continuación sin fisuras del parque hace muchos años", han explicado para confirmar que el parque seguirá con su actividad pese a la importante pérdida que han sufrido.

Las instalaciones cuentan con una extensión de unos 400.000 metros cuadrados en una finca situada en la carretera entre Antequera y Álora, ya a la espalda de la sierra de El Torcal. Un complejo en el que es posible conocer a este animal de cerca en su vida en semilibertad en el complejo, así como aprender sobre sus hábitos de vida y sus costumbres. Y es que este centro está pensado para reproducir lo que sería la vida real de los lobos y que la misma pueda ser observada por el hombre.

Daniel Weigend y Alexandra Stieber, sus fundadores, se encargaban del trabajo directo con los lobos, ya que se trata una tarea compleja que no permite que se pudiese producir ningún tipo de error.

El alcalde de Antequera, Manolo Barón, también ha lamentado el fallecimiento de Weigend. "Perdemos a una persona comprometida con la naturaleza y con nuestro entorno", ha escrito en la red social X, donde ha trasladado su pésame a su familia y equipo.

Lobo Park Antequera fue fundado en 2002 por los alemanes Daniel Weigend y Alexandra Stieber aunque abrió sus puertas al público en 2004. El primero, que había entrenado perros para la policía y el servicio militar y autor de numerosos estudios de campo sobre canes, se decidió así a compartir su conocimiento y pasión por los lobos con los demás.