Antequera

Una panadería de Antequera, cerrada por falta de trabajadores, reabre tras la avalancha de aspirantes

  • La Panadería Rico se vio obligada a apagar sus fogones tras 38 años de trayectoria tras la jubilación de dos empleados y la marcha del tercero y no encontrar personal cualificado

  • Las mejores panaderías en Málaga

Vista de Antequera

Vista de Antequera / M.H. (Antequera)

Una panadería de Antequera que se vio obligada a cerrar al no encontrar a panaderos cualificados para cubrir dos jubilaciones reabrirá finalmente el establecimiento ante la avalancha de interesados en trabajar allí, surgida a raíz de la difusión de su caso en los medios de comunicación.

La Panadería Rico tuvo que apagar su horno el pasado fin de semana tras 38 años de trayectoria, pero una vez que trascendió públicamente la situación las cosas han cambiado y a lo largo de esta semana han entrevistado a numerosas personas que desean trabajar en esos puestos, según ha confesado a EFE el propietario, José Rico. Tras el aluvión de llamadas ha conseguido contratar a dos panaderos y actualmente gestiona la reapertura.

Hace más de siete meses se jubilaron dos de los tres trabajadores en plantilla y el restante se marchó, así que “las dos personas que quedaron empezaron a hacer el trabajo de cinco”.

“Intentamos aguantar el mayor tiempo posible mientras buscábamos trabajadores, pero no encontrábamos personal cualificado y el volumen de faena era insostenible”, ha destacado Rico. Observaba “poca voluntad por parte de los jóvenes” de realizar trabajos artesanales como el que se lleva a cabo en su panadería y considera “insuficiente” la formación educativa que se oferta de estas labores tradicionales.

José explica que, antes de cerrar, “para hacer la oferta más atractiva” cambiaron el horario tradicional de madrugada por otro desde las 7:30 hasta las 14:00 horas y ofreció sueldos de hasta 1.850 euros, pero aun así no se interesaba nadie.

Otro panadero, Luis Torres, de Panadería San Sebastián (Granada), ha afirmado a EFE que “resulta muy complicado encontrar jóvenes que sustituyan a los que se jubilan”. Cuenta con dos empleadas, tanto él como ellas superan los 50 años y ha intentado en numerosas ocasiones contratar a personas jóvenes “que continúen con el negocio cuando ellos se jubilen”.

Torres justifica la pérdida de interés en empleos artesanales como la fabricación de pan y dulces por “el horario laboral que tiene”, nocturno y muy amplio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios