Mil tractores cortan la A-92 y la A-45 contra los precios del campo
Los agricultores de la comarca colapsaron la circulación durante horas para pedir soluciones al Gobierno
La Policía Nacional despejó dos cortes totales sin necesidad de realizar cargas
“No hay marcha atrás, hasta aquí hemos llegado, el campo ya no aguanta más”, era la frase que este jueves se podía oír cada vez que algún periodista se acercaba a los miles de agricultores que escoltados por más de un millar de tractores cortaron la circulación en la A-92 y A-45 durante gran parte de la jornada.
Incluso llegaron a realizar un corte total que duró casi una hora en ambos sentidos de la circulación y que requirió de la presencia de efectivos antidisturbios de la Policía Nacional, aunque no llegaron a intervenir y se decidió levantar el cierre total tras llegar a un acuerdo con los agentes para hacerlo de forma pacífica. No obstante, los manifestantes volvieron a realizar al poco tiempo un segundo corte que también se levantó ante la llegada de los efectivos policiales. Además, los concentrados permitieron en todo momento el paso de emergencias.
De esta forma los agricultores hacen visibles su protesta por la situación que vive el sector pero sin causar más molestias de las necesarias a los usuarios, aunque pequeños grupos sí que eran partidarios de radicalizar las medidas para tener un mayor éxito, aunque sus propios compañeros trataron de convencerles de que sería perjudicial.
Horas antes se había iniciado en los municipios de la comarca de Antequera el peregrinar de las diferentes columnas de tractores que tenían como punto de confluencia la pedanía de Los Llanos de Antequera, desde la que se organizó la salida hacia la autovía A-92 para continuar hacia la A-45 y adentrarse en el polígono industrial antequerano para concluir en el recinto ferial de la ciudad del Torcal con un gran acto para poner fin a toda una jornada de reivindicaciones en las que pusieron de manifiesto la necesidad de que el Gobierno adopte las medidas necesarias para corregir la situación de bajos precios para muchos de sus productos, lo que aseguran que provoca que sus cosechas no sean rentables.
Paciencia entre los retenidos
Los conductores que se vieron afectados por los cortes de la circulación se tomaron con resignación la situación que les había tocado vivir y, aunque algunos agotaron su paciencia y fueron a reprochar a los manifestantes su actitud, los pequeños enfrentamientos que se produjeron con pasaron más allá de intercambios dialécticos y algunos que otros reproches en ambas direcciones, y es que los agricultores insisten en hacer ver a los ciudadanos la importancia que tiene también para ellos sus reivindicaciones. Unas retenciones ante las que algunos optaron por bajarse de los autobuses en los que se dirigían hacia Antequera y continuar andando el resto de su camino. Una decisión que también tomaron algunos de los estudiantes cuyos autobuses quedaron bloqueados. A pesar de todo, el buen ambiente reinó en la mayoría de las interrupciones de la circulación, hasta el punto de que el propio alcalde de la ciudad, Manuel Barón, quiso felicitar en sus redes sociales a los agricultores y las fuerzas de seguridad por el buen desarrollo que habían tenido las protestas, que concluyeron sin que se produjeran problemas de relevancia más allá de los previstos ante este tipo de cortes de la circulación.
Una vez se incorporaron los primeros tractores a la autovía comenzaron los problemas en la circulación con importantes retenciones en este gran nudo de comunicaciones en el que confluyen las autovías procedentes de Granada, Sevilla, Córdoba y Málaga. Un problema que a última hora de la tarde seguía afectando a diferentes vías de entrada y salida de antequera y sus municipios más cercanos.
Los claxons de los tractores no dejaron se sonar durante todo el vía para llamar la atención de los muchos curiosos que no quisieron perderse una jornada histórica en el campo malagueño y también fueron muchos los conductores que, pese a los inconvenientes que estaban sufriendo a causa de la marcha, mostraron su apoyo a los agricultores haciendo sonar los claxons de sus vehículos al pasar junto a los concentrados.
“No queríamos chalecos amarillos, pues ya están aquí”, señalaba uno de los agricultores mientras se colocaba esta prenda y se dirigía hacia uno de los cortes de tráfico realizados a la entrada de Antequera junto a la estación de ferrocarril.
A las protestas se sumaron también vecinos que quisieron mostrar su apoyo al sector a pesar de no pertenecer al mismo. Creen que son “justas” las reivindicaciones que están realizando. “Yo no tengo olivos, pero aquí estoy”, señalaba otro de los participantes en este corte que se prolongó durante varias horas.
Además de los tractores, también hubo agricultores que decidieron recorrer las calles de Antequera para pedir soluciones para el campo, es que “sin el campo no produce, la ciudad no come”, señalaron. Una marcha que también provocó el corte de la circulación en parte de la circunvalación de Antequera ante la atenta mirada de unidades antidisturbios que se mantuvieron en la distancia y tampoco fue necesaria su intervención en este punto de la ciudad.
“Esta cadena se rompe por el más frágil: el agricultor”
Las previsiones les han “desbordado” , según aseguró a los periodistas el secretario general de UPA Málaga, Francisco Moscoso, y el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido, quienes agradecieron la respuesta de agricultores y ganaderos y la unidad mostrada ante esta convocatoria. Francisco Moscoso incidió en que este problema “no es de un día, de dos ni de un mes o por el actual gobierno sino que se viene arrastrando desde hace 50 o 60 años”. Sin embargo, los continuos bajos precios y los aranceles por parte de Estados Unidos han sido “la gota que ha colmado el vaso”.
“Esta cadena se rompe por el más frágil: el agricultor. Pero de una vez por todas queremos que se nos tenga en cuenta; somos el eslabón más importante para la ciudadanía y si no hay campo, no hay vida”, subrayó antes de comenzar la tractorada.
Moscoso envió a la ciudadanía un mensaje incidiendo en que aunque a los agricultores les suban lo que les pagan por su producto, esto no debe repercutir en el precio que se paga: “A nosotros nos pagan el aceite de oliva a 2 euros y en las grandes superficies lo están vendiendo a cuatro o 4,20 euros. A ellos no les va a afectar pero nosotros no podemos aguantar con estos precios”. En la misma línea, Baldomero Bellido criticó los “ataques” que viene sufriendo el sector: “Al final uno por otro han colmado el vaso”. Así, pese a admitir que con esta tractorada el problema que tienen “no se arregla de hoy para mañana”, sí destacó la importancia de hacer visible su problemática.
“Esto no es solo hoy, va a continuar y la sociedad tiene que comprender, y está comprendiendo, la importancia de la agricultura y la ganadería”, sostuvo el presidente de Asaja Málaga, quien ha lamentado que en las políticas de precios no se les tenga en cuenta. Así, agregó que, por ejemplo, cuando llega “un problema arancelario”, no se les tiene en cuenta, citando lo ocurrido con el aceite de oliva, la aceituna de mesa o el vino, entre otros productos. “Estamos sufriendo un ataque individualizado rompiendo la unidad de la Unión Europea, no nos tienen en cuenta y esto está provocando paso a paso llegar a esta situación que nos ha hecho movilizarnos”.
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