Sebastian Vettel

Una vida precoz a toda potencia

  • Con su tercero Mundial consecutivo, Vettel rompe otro récord: desbanca a sus 25 años a Aytorn Senna como tricampeón más joven de la historia.

El más joven. Ningún superlativo describe mejor al alemán Sebastian Vettel, un hombre que con 25 años camina más rápido que nadie por la Fórmula 1, pero pisa el freno en su vida privada. Vettel escribió en Brasil una página más en los libros de historia de los deportes de motor con su tercer Mundial consecutivo. El brasileño Ayrton Senna tenía 31 años cuando ganó su tercer campeonato del mundo, los mismos que tenía el alemán Michael Schumacher cuando conquistó el tercero de sus siete títulos.

Con una vida que discurre a cámara rápida en la categoría reina del motor, el alemán pulverizó todos los récords de edad en la Fórmula 1. "Sebastian es un hombre notablemente joven", dijo con británica flema Christian Horner, jefe de Red Bull, la escudería con la que Vettel ganó sus tres títulos. "Siempre siguió creciendo: como piloto y como persona", agregó. En su trabajo, Vettel es un hombre de sangre fría, decidido y extremadamente centrado. El Vettel privado, en cambio, es divertido y con gran sentido del humor, aunque con los pies en el suelo. "Único". Así describe el dueño de Red Bull, Dietrich Mateschitz, a su mejor icono publicitario hasta la llegada del austríaco Felix Baumgartner, el primer hombre en superar la velocidad del sonido al lanzarse desde la estratosfera.

La vida de Vettel, hijo de un carpintero, no brilla tanto fuera de la pista como dentro. El alemán vive con su novia Hanna en la localidad suiza de Ellighausen, un lugar rural idílico, colecciona discos de los Beatles e incluso se deja ver en reuniones municipales. Un hombre sin aires de grandeza al que no le gusta ni Facebook ni Twitter. Vettel dedicó una habitación del reformado molino en el que vive a guardar sus trofeos. "La Fórmula 1 se convirtió en mi trabajo, día sí y día también, para mí es algo normal, pero esta habitación y los trofeos me recuerdan lo especial que es todo", señaló el piloto al diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.

Pero el espacio puede que sea escaso si Vettel mantiene el acelerador a fondo. El camino hacia la gloria fue de todo menos fácil desde el principio. Su padre, Norbert, le inoculó la pasión por las carreras y los caballos de vapor. La familia viajaba en caravana con asiduidad a carreras de karts realizando grandes esfuerzos económicos. Gracias al apoyo de Gerhard Noack, que también ayudó en su inicios a Michael Schumacher, Vettel se convirtió en uno de los objetivos de los "cazatalentos" de Red Bull. "Con 13 años encontré un socio para toda la vida", dijo Vettel una vez sobre su relación con la escudería.

El alemán ganó 18 de 20 pruebas en la fórmula BMW, escudería que le fichó como piloto de pruebas para la Fórmula 1 y con la que debutaría en la máxima categoría del motor el 17 de junio de 2007 en Indianápolis. Vettel participió en sustitución del polaco Robert Kubica y se convirtió en el piloto más joven en sumar puntos gracias a un octavo puesto. Después, los récords fueron cayendo uno tras otro: el más joven en lograr una "pole", el más joven en subir al podio, el más joven en ganar una carrera, el más joven en convertirse en campeón del mundo, el más joven en ser dos veces campeón... Vettel traspasó todas al fronteras posibles -tres títulos en 100 carreras-, pero aún quiere más. "No creo que cualquier otro pueda lograr tanto en tan poco tiempo. A dónde llegará, lo veremos", señaló una de las personas más cercanas al alemán, Helmut Marko, jefe de deportes de motor de Red Bull.

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