La conversión de Málaga en la ciudad referente de las nuevas tecnologías a nivel europeo se hará esperar al menos una década. Éste es el plazo que los responsables de esta ambiciosa iniciativa creen que tardarán en desarrollarse todos y cada uno de los elementos que integran esta propuesta y para la que, de momento, no hay una previsión económica cerrada. No obstante, y a tenor de las intervenciones que se están poniendo sobre la mesa, todo indica que el volumen de inversiones necesario será excepcional.

Uno de los documentos clave de la estrategia, en la que se trabaja desde hace varios años, es el estudio elaborado por la Fundación Metrópoli, financiado por el BBVA, y titulado Ciudad de Málaga Valley: Ecosistemas de Innovación. El informe, que defiende la transformación de la urbe para reforzar su capacidad competitiva, aboga por convertir la capital de la Costa del Sol en un espacio de atracción para "personas de todo el mundo que puedan venir para desarrollar su creatividad". "Proponemos hacer de la ciudad un imán de talentos y una zona en la que vivir, trabajar y aprender", apostilló Alfonso Vegara, presidente del ente impulsor del informe.

Vegara, en la presentación del documento, incidió especialmente en el rediseño del paisaje de la ciudad, así como de espacios estratégicos como el Puerto, las autovías y el aeropuerto, entre otros. De hecho, una de las grandes apuestas que se pone sobre la mesa es la conversión de la actual ronda oeste, a su paso por la ciudad, en un bulevar urbano, dotado de servicios digitales avanzados mediante infraestructuras de comunicaciones, nuevas tecnologías y energías renovables.

Estos mismos elementos se aplicarían a otras dos iniciativas: la Avenida de la Creatividad, que se diseña sobre el cauce del Guadalmedina y que conectaría el entorno del embalse de El Limonero con el centro y el puerto, y la Avenida de la Tecnología, que recorrería la actual autovía del Guadalhorce hasta el PTA.

Pero el capítulo de propuesta no se queda ahí. El documento de la Fundación Metrópoli, que nació hace diez años en la Universidad de Pensilvania, contempla la creación de un barrio de la creatividad en el centro histórico y El Perchel, espacios "con un enorme potencial de recualificación y capacidad para acoger personas y actividades vinculadas al mundo del arte".

A juicio de De la Torre, todas las propuestas planteadas son "muy interesantes" y confirmó que encajan en el Plan Estratégico de Málaga, por lo que serán aprovechadas y utilizadas "inteligentemente". Sin embargo, precisó que no serán incorporadas a la revisión del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU), puesto que ello obligaría a tramitar una nueva aprobación inicial del planeamiento. Hoy se celebra una nueva reunión del plenario del Málaga Valley.