Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
TEDIO: el refugio de los incapaces; la intersección de los que confunden vida con rutina; una fuga de agua en el cerebro.
No estoy dispuesto a que me tomen el pelo con otra campaña electoral mentirosa y alejada de la realidad. Que me expliquen a santo de qué viene meter a Venezuela en una ecuación que no va a sacar a los votantes de pobres. Corrupción, paro, servicios públicos. ¡Qué pinta Venezuela en todo eso! Logos nuevos, palabras caducas... no estoy dispuesto.
No estoy dispuesto, tampoco, a dejar que las conversaciones que me rodeen sean de tintes negativos o monótonas. Un puñado de neuronas se nos muere cada vez que alguien recuerda que hace mucho calor, bien sea en un ascensor o al llegar al trabajo. El bombardeo secular de noticias que nos joroban (entiéndase en su acepción literal) ya es demasiado incisivo como para permitirnos el lujos de conservaciones dañinas o triviales. No estoy dispuesto a abrir mi Facebook y leer que en mi muro se está reconstruyendo el de Berlín.
No estoy dispuesto a ver que el Málaga desaproveche el buen rebufo que se le presenta. La llegada de Juande, el paso adelante en el proyecto, la fase en que mejor está haciendo las cosas el jeque; es el momento de aprovecharlo y crear una corriente a favor. No estoy dispuesto a abrazar la llegada de la Basque Culinary Center a la ciudad como otra manera de ningunear y pisotear a la gente de La Cónsula. No estoy dispuesto a aceptar un cartel de la Feria que lo único que tiene que ver con ella es el título. Una lámina que parece una piscina olímpica en la que nada se puede encontrar alusivo a Málaga; bien podrían llevárselo a presidir cualquier otra feria de España porque su falta de personalidad podría encajar en cualquier pared dispuesta a darle pegamento. La Feria sufre un fuerte proceso de autodestrucción y necesita una reconversión, no más enemigos.
No estoy dispuesto a ver que mi gente cercana se obsesione con estar hipermoreno en mayo a costa de arriesgar su piel y las múltiples amenazas cancerígenas que representa la falta de respeto al sol.
No estoy dispuesto a resignarme con que la RAE se adapte cada vez más a los que no quieren aprender a hablar o escribir bien ni a que cuestiones administrativas se impongan al criterio del profesorado para aprobar a alumnos porque hay que adelgazar la estadística. No estoy dispuesto a que se dé por hecho que las mariposas desaparecen o que hay que conformarse con cualquiera que encaje en tu estilo de vida.
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