Peligra seriamente la participación de Alejandro Davidovich en el Open de Australia, primer grand slam de la temporada. El tenista malagueño debía estar ya camino de las antípodas, vía Dubai, para cumplir la cuarentena que exigen las autoridades australianas para que los jugadores puedan participar en el torneo y en algunos de los ATP 250 previos que se han dispuesto en Melbourne. Pero, ahora mismo, su participación está cerca al descarte.

Tanto Alejandro Davidovich como su entrenador, Jorge Aguirre, han dado positivo en las pruebas del Covid-19. Ambos están bien de salud, que es lo más importante. En el caso del tenista, permanece asintomático, pero aunque se realiza pruebas diarias, siguen apareciendo restos del virus en los análisis desde la primera semana del año. Y no se puede emprender el viaje sin una PCR negativa. Se estudia la posibilidad de que pueda viajar y jugar (Davidovich tiene acceso directo al cuadro principal tras su gran tramo final de año que le tiene entre los 60 mejores jugadores del mundo) directamente el Open de Australia sin tener acceso al torneo previo. Pero resulta complicado.

Sin competir desde el mes de noviembre, Davidovich se ha apuntado al Challenger de Quimper (Francia) que se disputará del 1 al 7 de febrero (no hay torneos ATP para esas fechas) para tener una alternativa competitiva por si no puede acudir finalmente a tierras australianas, donde justamente el año pasado consiguió su primera victoria en un grand slam en su carrera. Hay otros jugadores en situación similar a Davidovich, como el portugués Sousa o el británico Andy Murray, que tampoco han podido desplazarse hasta Melbourne.