Alerta final de mercado
El Málaga cuenta con la plantilla cerrada pero no es ajena a clubes que quieran pescar por urgencias o lesiones de última hora. Rosales, Ochoa y Darder son los más deseados.
Los dirigentes del Málaga están tranquilos con la configuración de la plantilla por varios motivos. De hecho, ahora mismo se podría asegurar que la plantilla está cerrada, no habrá fichajes ni salidas. Sin embargo, a 20 días para el cierre del mercado, existe la lógica alerta por incidencias que el club no puede controlar. Más allá de algún canto de sirena que le pueda llegar a Ochoa y una nueva oferta que pueda traer el agente de Darder, existe otro temor en las oficinas: algún movimiento de última hora de equipos con urgencias o lesiones que quieran pescar en Málaga.
El club tuvo que pagar el mal rato de las ventas de Juanmi y los Samus para afrontar los 18 millones a los que estaba obligado en el mes de junio. A partir de ahí, la necesidad de venta desapareció y se remitía a cualquier equipo a la cláusula de rescisión del deseado en cuestión. Ahí queda el caso reciente de Darder, por el que llegó una oferta del Olympique de Lyon que no terminó de satisfacer. Sin embargo, en el Málaga son conscientes de que el fin de las pretemporadas y el inicio de Liga puede generar dudas en conjuntos con poder económico que no vayan carburando bien y quieran borrar carencias a base de talonario. Jugadores como Rosales y los citados Ochoa y Darder han sido tanteados en varias ocasiones y siguen en el radar de clubes.
Otro factor a tener en cuenta son las lesiones que puedan ocurrir de aquí al cierre de mercado. Se habrán disputado dos jornadas ligueras de aquí al día 31, y ya se sabe que ese tipo de incidencias no se pueden controlar. En cualquier caso, el Málaga anda preparado para cualquier contingencia de última hora en ese sentido. La dirección deportiva tiene bajo control a posibles sustitutos para las posiciones de sus jugadores más deseados en el caso de tener que reaccionar sin margen para cubrir una posible salida. Ya ocurrió el pasado verano con Jesús Gámez, al que compró el Atlético de Madrid en las últimas semanas de mercado; la reacción fue rápida, incorporar a Miguel Torres, que se había desvinculado del Olympiacos.
De todos modos, ajenos a voluntades de terceros, en el Málaga están contentos por tener los deberes hechos a estas alturas. La respuesta a la salida de los tres malagueños fue prácticamente inmediata con las llegadas de Charles, Juan Carlos y Espinho. Además, tanto Cop como Albentosa (Amrabat es fichaje pero ya estaba en la disciplina de la plantilla desde el principio del trabajo estival), los otros en venir, llegaron a tiempo para afrontar los amistosos de pretemporada y ponerse a trabajar con tiempo a las órdenes de Javi Gracia.
Así que, salvo alguna sorpresa, todo será una balsa de aceite. Nada se descarta con el representante de Darder, aunque se han roto las relaciones entre el catalán y los principales dirigentes blanquiazules. Con respecto a Guillermo Ochoa, el director deportivo, Mario Husillos, ya ha conversado con él para calmarle, decirle que le consideran un jugador muy importante en la plantilla y pedirle esfuerzo en los entrenamientos a la espera de que le llegue la recompensa de jugar, que es lo que desea.
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