Apenas Kameni entre tantos náufragos
El meta fue el único con nota positiva Desesperante Juanmi, inexistente Horta Los cambios no aportaron
Se volvió a apagar el interruptor fuera de casa. Y el apagón es colectivo. Resulta muy difícil encontrar brotes verdes en días así. Un clásico de estas noches es que, además de la derrota, el mejor del equipo sea el portero. Así ocurrió en Los Cármenes. Apenas Kameni salvó el orgullo en un cuadro con una imagen bastante gris.
De hecho, el guardameta camerunés ya evitó que el Granada se pusiera por delante en el marcador sacando dos buenas manos ante disparos desde fuera del área, uno de ellos en el que tuvo que rectificar tras tropezar el esférico en Miguel Torres. El rebote del disparo de Robert Ibáñez en Camacho le dejó sin opciones para hacer más en el tanto del triunfo rojiblanco.
Precisamente, el infortunio se condensó en la figura del zaragozano. Además de esa intervención voluntaria en el 1-0, minutos después conectó un grandioso disparo que repelió la cruceta y podría haber cambiado el sino del partido.
Los niños, siempre revoltosos en ataque, estuvieron desaparecidos ayer. Y Juanmi, de hecho, tuvo el día negado desde el principio, con malos controles y cayendo en fuera de fuego. Para colmo, en el minuto 50 no aprovechó un regalo de Oier tras mal saque.
Desde el banquillo tampoco hubo respuesta. Amrabat y Luis Alberto apenas entraron en contacto con la bola, con Boka hubo un intento de tener mayor profundidad.
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