Todo o nada

TODO o nada. El discurso con el que se trata a los jugadores de la cantera parece ser el mismo esté quien esté al mando del primer equipo. O se lo damos todo, o se lo negamos todo. Ahora la cara les toca a Portillo y a Recio, a los que no voy a entrar a valorar. Pero los nombres en el saco de la cruz crecen: Juanmi, Edu Ramos, Javi López, Toribio, Manu e Iván. Esto sólo en las dos últimas temporadas, pero hay un largo etcétera. Igual que llegan, desaparecen. Pero esto es un tema mucho más profundo y en el que actualmente prefiero guardar silencio. Aunque sí voy a centrarme en el primero de los nombres, Juanmi.

Me veo muy reflejado en él. En las circunstancias, en las formas y hasta en la similitud futbolística. Y es por ello que a lo mejor escribo más con el corazón que con la cabeza, pero tengan en cuentan que siempre lo hago desde la experiencia que me dieron mis años de futbolista. No sé si alguien lo está haciendo pero, si no es así, alguien del club debería hablar con este chico.

Rompo una lanza por este jugador porque lo merece. Es un futbolista que no abunda para mi forma de ver el fútbol. Lo tiene todo: fuerza, velocidad, descaro y lo más importante, gol, eso que es lo que más vale y muy pocos futbolistas lo tienen. Este chico lleva el gol en la sangre. Me da mucha pena llegar al campo de la Federación para ver al equipo filial y encontrarme con Juanmi de titular, porque bajo mi punto de vista no se lo merece (por algo es el máximo goleador del primer equipo igualado con Rondón). Pero me da mucha más pena cuando van transcurriendo los minutos y voy viendo su cara de desesperado, impotente y pensando qué hago yo aquí.

Desde aquí, niño, me gustaría darte un par de consejos (no soy nadie para darlos, pero creo que te pueden servir). Lo primero, decirte que te fijes con quién te rodeas, porque los que hace un mes y medio te estaban llenando la cabeza con que te quería el Madrid, Barcelona, Chelsea, etc., ahora seguro que no te llaman para decirte que estés tranquilo, que el fútbol es así, que un día estás arriba y otro abajo, que lo más importante es la constancia, el sacrificio diario, que cada entrenamiento te lo tienes que tomar como si fuera el último de tu vida, que ésta es una situación pasajera, que cuando bajas al filial no es un castigo, sino para que no pierdas las forma física compitiendo aunque sea en Tercera.

Pero que lo importante a tu edad es jugar donde sea, que cuando bajas la única forma que hay para que vuelvan a fijarse en ti es metiendo goles y siendo el mejor todos los domingos. Y, lo más importante de todo, la cuestión mental en el fútbol, la mentalidad ganadora. Es importantísimo no dejar que nadie se meta entre tu sueño de llegar a ser futbolista de Primera y jugar en la selección. Que estos momentos que estás pasando son los que te hacen crecer como futbolista y, más importante, como persona.

Saber sacrificarse por el sueño de uno y verlo cumplido no tiene precio. El único camino que yo conozco para llegar a eso es entrenar todos los días como el mejor, cuidarte como el que más, rodearse de la familia, que es la única, y digo bien la única, que te va a aconsejar desde el amor y el corazón y no por sus intereses personales.

El Málaga ahora tendrá mucho dinero, pero estoy cansado de escuchar que el dinero no hace la felicidad. Y lo que necesita Juanmi en este momento no es dinero, es gente que se le acerque, que le arrope, que le dé cariño y lo haga sentir importante. Y aquí el club tiene que asumir también su responsabilidad. Niño, no desesperes. Sólo queda trabajar más y mejor todos los días, que tú eres jugador de Primera División.