"Buenos días seguidores, un día mas de tratamiento, esto es una pesadilla pero aquí seguimos trabajando". El mensaje en su cuenta de Twitter de Julio Baptista alimenta la incertidumbre sobre su lesión. Últimamente se le ve en actos sociales, pero no sobre el césped. Estuvo en Valderrama viendo golf, en algún concierto y en actos benéficos con Miguel Ángel Jiménez. Ayer, el brasileño asistió al Foro Marca como uno de los representantes de la plantilla, junto a Duda y Weligton, para acompañar al director general, Fernando Hierro. Sin embargo, eludió hacer declaraciones.

Su complicada dolencia no evoluciona bien. La inflamación en la articulación metatarsofalángica del pie derecho no tiene una curo muy clara y la posibilidad del quirófano está ahí. No se quieren precipitar los acontecimientos en el club, pero la deriva de los mismos hace que se tenga como una opción real. Aquella chilena mágica que dio la victoria ante el Getafe fue la última vez que tocó el balón públicamente. Ahora su trabajo se lleva a cabo en el gimnasio, no sobre el césped. Y ya se ha visto la dependencia extrema que ha tenido el equipo de él desde su llegada. Justamente llegaban ayer desde Italia rumores extraños que le vinculaban al Lazio, el eterno rival del Roma, el equipo desde el que precisamente llegó hasta Málaga. Nada con fundamento. Baptista seguirá aquí. Falta saber cuándo juega.