El Barcelona pasea en Sevilla su sobradez
Recital de recursos de los azulgrana, que aprovechan el tropiezo blanco para abrir una brecha de seis puntos
Un Barcelona muy solvente y con gran calidad goleó por 0-3 con mucha facilidad del Sevilla, uno de los equipos que quiere estar en puestos altos en esta Liga, y pone seis puntos de por medio con el actual segundo clasificado, el Real Madrid, que también se pegó un batacazo en Getafe.
El conjunto catalán mostró en Sevilla muchísimos recursos, tanto en ataque como en defensa, y pasó por encima de un rival desdibujado que nunca fue de verdad a por el partido.
El resultado de Getafe dio de inicio otro atractivo más al choque, pues ambos equipos salían beneficiados con una victoria en Sevilla y así tanto Pep Guardiola como Manolo Jiménez sacaron unas alineaciones muy ofensivas.
Los grandes recursos del Barça (Messi, Henry, Eto'o) fueron contrarrestados de entrada con las ganas del rival y la siempre inquietante presencia de Kanouté y Luis Fabiano, quien lo intentó en un par de ocasiones para empezar. No obstante, fue Eto'o el que no perdonó una pelota rebotada y puso el 0-1 con una gran seguridad (20').
Pese al gol, no cambió el panorama. Los de Jiménez sólo tenían el juego directo como recurso y alguna contra esporádica como una en la que Kanouté pugnó con Piqué y pidió penalti por posible empujón. Ese lance sí enrabietó al Sevilla, que de una manera radical se hizo dueño del partido en la fase final de la primera parte. El delante maliense tuvo una clarísima ocasión para el empate, pero su remate acabó con el balón repelido por el larguero en el minuto 43.
En la segunda parte, el Barcelona salió con la clara intención de tener mucho el balón y no permitir lo que había sucedido en los últimos minutos de el primer periodo, que el Sevilla le tomara la iniciativa, por lo que Jiménez le dio entrada al campo a Diego Capel para buscar que la rapidez y desborde del almeriense diera frutos. El equipo de Guardiola no notó esa circunstancia y dominó con autoridad merced a su superioridad en el centro del campo y buscar ese segundo tanto que dejara el choque sentenciado. El gol visitante tardó en llegar y por ello el partido se mantuvo abierto, pero el Sevilla nunca rompió en atacar de verdad y el Barça, sin sufrimiento, vio cómo Messi se sacó un gran remate sí transformó en 0-2.
Quedaron entonces poco menos de un cuarto de hora para la conclusión del encuentro y el conjunto local se desmoronó por completo ante un adversario que le pudo hacer un descosido pero que sólo consiguió un tanto más, obra de Messi, en la prolongación del choque.
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