Bases de ida y vuelta

De la tripleta de bases con la que el Unicaja comenzó la temporada (McIntyre-Barrera-Freire) apenas queda el menudo base norteamericano y con un rendimiento bastante inferior a lo que se esperaba cuando se le contrató a precio de estrella en verano. Una posición básica en el baloncesto ha registrado bastante trajín por distintas razones, desde físicas hasta bajo rendimiento.

A principios de enero, Panchi Barrera cogió la carretera con destino a Granada. Firmó un contrato por dos meses que expira el próximo sábado 5 de marzo, pero no ha sido necesario esperar hasta tal fecha para que el conjunto nazarí haya decidido desprenderse de él para jugarse con otro base sus últimas aspiraciones de permanencia. Panchi vuelve hoy a Málaga y muy probablemente rescinda su contrato, que le unía hasta el mes de junio con el club malagueño. El acuerdo con su agente, Igor Crespo, está perfilado. Las opciones del base pasan desde seguir en Adecco Oro hasta volver a Uruguay u otra liga sudamericana, desde donde llegó el pasado verano como apuesta personal de Aíto García Reneses.

El otro teórico base de la triplete inicial, Rafa Freire, fue empleado casi más como escolta por Aíto. Jugó mucho, en algún partido con brillo. Se recuerda su actuación, como base, ante el Cajasol. Pero no fue constante a ese gran nivel y su participación se fue diluyendo hasta que, con la llegada del nuevo cuerpo técnico, se decidió bajarle al Clínicas. Aunque las proposiciones de clubes de la ACB para contar con Freire como cedido no cesan de llegar hasta Los Guindos. Este periódico informaba el domingo de las de Granada y Manresa. El que más insiste es el primero, liberado ya de Barrera. La del club catalán podría ser para más de una temporada. Y se une también la de Menorca, como sus dirigentes hicieron saber el domingo. Pero el Unicaja no quiere tampoco perjudicar a otro jugador suyo, Miki Servera, cedido en el club balear y que juega en la misma posición.