Batalla entre cañoneros

Nemanja Nedovic y Sasu Salin son dos jugadores de esos que sólo piensan en el aro rival. Capacitados para anotar desde cualquier zona de la cancha, el serbio y el finlandés fueron ayer los argumentos ofensivos de sus respectivos equipos. Con el arma siempre cargada, Nedovic y Salin mostraron al Carpena un arsenal de soluciones en ataque.

Fue el del Herbalife el que comenzó el encuentro al mando, consiguiendo seis puntos consecutivos en un suspiro. Los de Aíto se vieron arriba en el marcador merced a los fallos en el pase de los locales, motivo que dio paso a la entrada de Nedovic a la pista. El balcánico, caliente cuando la temporada toca a su fin, sacó el capote con dos entradas a canasta marca de la casa. Está en racha y lo sabe, lo que le llevó a apuntar dos veces desde la línea de triple con acierto. Sin casi sudar, Nedovic ya era el máximo anotador con diez puntos, llevando al Unicaja a poner la directa.

Regresó Salin a la pista para poner orden o, al menos, para evitar el tremendo vendaval ofensivo del Unicaja. Cinco puntos para llegar hasta los once, que fueron insuficientes para controlar la anotación verde. Ahí continuó contribuyendo Nedovic, con otro triplazo desde la esquina. Con el base-escolta del Unicaja intentándolo desde casi el centro del campo se llegó al descanso. El verde se iba hasta los 13 y Salin firmaba once, dejando la batalla servida para la segunda mitad.

El tercer cuarto emparejó desde el inicio a Salin y a Nedovic, que siguieron sin esconderse tras la reanudación. El de Herbalife falló desde la esquina, mientras que el serbio lo intentó de manera desacertada desde más de nueve metros. Pero los presentes en el Carpena sabía que ese era el duelo del encuentro, el cual se encargó de renovar Nedovic con otra entrada a canasta. Ipso facto, Salin anotó de tres. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Dada su importancia, tanto Aíto como Plaza decidieron dar descanso a sus dos estiletes, con más motivo en el caso del cajista, que se marchó cojeando.

Esas molestias obligaron a Nedovic a pasar por vestuarios y a esperar en el banquillo. Casualidad o no, Herbalife apretó el marcador colocándose a dos con un Salin algo más apagado. Nedo volvió a la pista pasando a ser el director de orquesta. Se precipitó con un triple cuando más lo requería su equipo, pero recuperó camino con una asistencia clave para un triple de Thomas. Un tiple de Salin echó pimienta a un encuentro que se decidió desde la línea de tiros libres. Antes, un serbio y un finlandés dejaron un bonito duelo en el Carpena.