Antonio Tapia ya tiene destino. No será Inglaterra, su reto personal, ni Rumanía, la plaza exótica. No se moverá de España, ni siquiera de región. Y es que, al final, dirigirá al club esperado y que con más fuerza había sonado en los últimos días: el Real Betis. En la tarde de ayer, la entidad verdiblanca hizo oficial a través de su página web el compromiso con el técnico de Baena, que entrenará en Heliópolis la próxima temporada con una opción a otra si consigue devolver el equipo a Primera División.

El acuerdo entre Tapia y el Betis se cerró ayer en Marbella en una reunión en la que estuvieron presente el propio entrenador y el consejero delegado y propietario del club sevillano, Manuel Ruiz de Lopera, cuya predilección siempre había sido el ex blanquiazul. La presentación tendrá lugar pasado mañana en el estadio bético.

Por tanto, se puso fin a un misterio que pintaba de verdiblanco en los últimos días. Tapia trabajará en el club con el que se había vinculado desde hace unos meses. Además, podría hacerlo con hombres de su confianza. Paulino Granero, el que ya fuera su preparador en el Málaga B, Poli Ejido y el propio Málaga el pasado verano, hasta que se incorporó al Al-Ittihad árabe, negocia con el Betis. Álvaro Reina, su ayudante esta campaña junto con Dely Valdés, también podría acompañar al baenense en su nueva aventura en los banquillos.

Lo primero que ha hecho Tapia es recomendar al Betis futbolistas de su agrado, como Javi Calleja, que no renovó su contrato con el Málaga. El madrileño queda libre y, aunque el Deportivo de La Coruña le sigue muy de cerca, el Betis cuenta a su favor con Tapia, con el que ha sido titular en la banda izquierda este curso. El técnico tendrá a sus órdenes a futbolistas muy familiares para él, como Iñaki Goitia, que tampoco prolongó su estancia en el Málaga, y Juanma, uno de sus jugadores preferidos.