Cuando Marbella vio el KO más rápido
Boxeo
En 1987, la Plaza de Toros vio el combate por el título mundial del peso welter entre el inglés Honeyghan y el americano Hutcher, resuelto en apenas 40 segundos
El boxeo era en los años 50, 60 y 70 del siglo pasado un deporte de masas en España. En los 80, por un cúmulo de circunstancias, el cuadrilátero perdió foco, aunque el latigazo de Poli Díaz en el cambio de década, ya en los 90, tuviera quizá su último chispazo masivo, acompañado del huracán Mike Tyson. No obstante, en agosto de 1987 se celebró en Marbella una velada histórica. Hacía 11 años que España no era sede de un combate por un título mundial de boxeo. Y en la Costa del Sol había mucha tradición boxística, sublimada en sus textos por el maestro Manuel Alcántara. Sólo Madrid, Barcelona, Valencia y Segovia habían acogido antes en España un combate por un título mundial. Málaga se estrenaba.
La Plaza de Toros Nueva Andalucía acogía una velada con dos combates de peso pesado de altísimo nivel. El británico Frank Bruno, aspirante al título mundial, se impuso en ocho asaltos al norteamericano Reggie Gross, mientras que Gary Mason vencía en siete asaltos al también norteamericano Eddie Richardson. Era el entremés para el plato fuerte, el título mundial welter, reconocido por el Consejo y la Federación Internacional, en poder del británico Lloyd Honeyghan, que lo exponía ante el norteamericano Gene Hatcher.

La velada se retrasó un día, del 29 al 30 de agosto, por las lluvias que caían en la Costa del Sol. Había expectación, Honeyghan, nacido en Jamaica, era un boxeador de calado, que exponía por tercera vez su corona y que no tenía las tres categorías unificadas porque se negó a pelear con el sudafricano Harold Volbrecht por el apartheid practicado entonces en aquel país. Hatcher era un tejano echado para delante, le apodaban 'El Perro Loco', que había sido campeón del mundo en superligeros, había subido de peso. Numeroso medios de todo el mundo estaban en Marbella y la velada era ofrecida en directo por La2 de TVE (aún no habían llegado las privadas, sólo las autonómicas)
Honeyghan, apodado El Toro y que en la víspera se había vestido de luces para promocionar el evento, salió como un búfalo acechando a Hatcher desde la campana inicial. 7.000 espectadores estaban en la plaza de toros de Marbella. Veinte segundos después de la primera campana, el inglés derribó a su rival con un devastador cruzado, pero el americano se levantó. Honeyghan siguió colocando una serie de rápidos ganchos a izquierda y derecha y, con un duro golpe al cuerpo, volvió a tumbar al estadounidense en la lona. 40 segundos bastaron para noquear al rival.
Lo que se preveía un combate disputado fue un visto y no visto, con, según recogen varios periódicos de la época, el considerado KO más rápido en una pelea por el título mundial hasta entonces. Por ejemplo, el Washington Post firmaba una crónica en Marbella en la que decía que "el KO de 40 segundos superó la marca anterior de 52 segundos de Sugar Ray Robinson en su defensa del título de peso mediano contra José Barosa el 25 de agosto de 1950". Mundo Deportivo señalaba que "el récord lo tenía el norteamericano James Jeffries, campeón del mundo de los pesados, quien tardó 55 segundos en noquear a Jack Finnegan,el 6 de abril de 1900, en Detroit".

"El primer golpe fue uno de los mejores que he lanzado nunca", decía Honeyghan, de 27 años, tras el combate: "Ese primer golpe podría haber noqueado a cualquiera. Esta fue la mejor forma en la que he estado en una pelea". Hatcher necesitó la ayuda de los médicos para salir del ring. Poco más de medio minuto duró una pelea que parte de la jet set marbellí, que pagó altas cantidades, se perdió porque apenas dio tiempo a sentarse. Honeyghan se embolsó 100.000 dólares de la época. "El árbitro no paró la pelea, lo hice yo. Dejé de lanzar golpes. Simplemente me alejé, no quería golpearlo más. Estaba fuera de combate", decía el británico de origen jamaicano. "Honeyghan es un pegador infernal, pero sigo pensando que es un hijo de puta arrogante", verbalizó Hatcher tras el combate. La impresión que tenía sobre el inglés, cuentan los periódicos de la época, no era exclusiva. Era la primera derrota de Hatcher por KO en su carrera. El primer combate por un título mundial de boxeo en tierras malagueñas, pues, fue bastante fugaz, aunque en círculos boxísticos aún se recuerda.
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