Caballero dice adiós a la temporada salvo milagro

Oficiosamente, Willy Caballero se va a perder las tres jornadas de temporada que le quedan al Málaga. De manera oficial se guarda precaución y se deja una puerta abierta a que pueda actuar en alguna de las finales. El meta fue sometido ayer a diversas pruebas para confirmar el diagnóstico oficial tras la exploración hecha en el Santiago Bernabéu: esguince del ligamento lateral interno de su tobillo izquierdo. Según el club, "es baja segura para este domingo". "El tiempo estimado para su recuperación queda a la espera de evolución", añade.

La situación es que la lesión del cancerbero argentino no es grave, aunque sí lo suficientemente importante como para que no le dé tiempo a recuperarse a tiempo para llegar al tramo final de la competición. Siempre queda el factor evolución como esperanza y la especial pasta de la que están hechos los porteros para dejar una puerta abierta a su reaparición. Sin embargo, el plan inicial pasa por que Caballero no dispute un solo minuto más esta temporada y pueda recuperarse perfectamente de cara a empezar la próxima en óptimas condiciones.

Ahora bien, ahí queda pendiente la clasificación para la Europa League. El objetivo se ha complicado, especialmente tras la derrota contra el Granada. A pesar de que el equipo sigue colocado como uno de los mejores para conseguirla, los síntomas que está dando en el terreno de juego no invitan a la confianza plena. Nadie lo quiere, pero podría darse la circunstancia de que en el último encuentro (Barcelona) o los dos últimos (Deportivo) el conjunto blanquiazul acudiera con la necesidad de puntuar para no perder su puesto de privilegio. Entonces, en función de cómo se encontrara el portero y siempre contando con su consentimiento, se podría forzar su concurso para ayudar al equipo. Si bien no es lo más recomendado por los servicios médicos.

Así que, salvo gran evolución de Caballero, ocurrirá lo mismo que la temporada anterior: el Málaga tendrá que jugarse su meta con Carlos Kameni bajo palos. Un estilo muy distinto el del camerunés, que lleva un año y medio viviendo a la estela del argentino y que tendrá que volver a mostrar en una situación intensa que está capacitado para defender la portería malaguista también con buenos réditos.

El ex del Espanyol ya debutó en Liga en Anoeta, donde encajó cuatro goles y no tuvo una tarde muy buena. En el Santiago Bernabéu le tocó jugar en una situación complicada. Y, aunque no se le recuerdan paradas meritorias, tampoco es que tuviera especial culpa en los tres goles que le endosó el Real Madrid. Aunque ya son siete De hecho, este año fue un futbolista con mucha incidencia en la consecución de resultados positivos. Pellegrini tiró de él para la disputa de la Copa del Rey y también tuvo su cuota de protagonismo en el último partido de la fase de grupos en la Champions. Sin duda alguna, sus intervenciones tuvieron mucha parte de culpa en que el Anderlecht no consiguiera la victoria en La Rosaleda (2-2). Igualmente, ante el Eibar y el Cacereño realizó paradas de mérito que evitaron una sonrojante eliminación a las primeras de cambio en la el torneo del K.O.

Kameni, que la semana pasada sufrió la pérdida de un ser querido, nunca ha alcanzado la regularidad de la que ha hecho gala Caballero, si bien vino para ser un garantía y ahora tiene otra oportunidad para demostrarlo.