Camacho pretende seguir sí o sí

Lo de Ignacio Camacho es un culebrón siempre presente. Esté su nombres más o menos presente en los medios de comunicación, la tensión es continua en la parcela deportiva del club, puesto que saben que el proyecto sería bien diferente con él o sin él en el plantel. Mucho se habla de su salida, que en algunos foros se da por hecha, pero otra cosa bien distinta es cómo lo vive él. Cada vez que comparece y habla sobre el tema, responde con tranquilidad. La que le confiere tener contrato en vigor y estar bastante feliz en Málaga, algo que no quiere que cambie.

El centrocampista maño es consciente de que su nombre va a seguir siendo ligado a equipos importantes o a otros necesitados y con potencial económico como para plantearse pagar su cláusula de rescisión, de 18 millones de euros. También el Málaga que desde hace dos meses maneja una lista de alternativas en el caso de que finalmente se produzca ese hecho. La reciente recompra del 45% de los derechos del futbolista da algo de tranquilidad, puesto que ahora el club se plantea la fuerte postura de remitirse al pago de su libertad en lugar de estar más condicionado, como ocurría antes con los derechos que tomó Edmundo Kabchi sobre el futbolista. En cualquier caso, la prioridad de Camacho es bastante clara: seguir en el Málaga, no sólo la temporada que viene, sino muchas.

Aunque la costumbre sea lo contrario, el medio centro está dispuesto a desoír propuestas millonarias e incluso proyectos deportivos más ambicioso porque su felicidad es plena en el Málaga. Se siente más que adaptado después de cinco años y medio en la ciudad y en el club. En febrero fue padre y también recientemente adquirió una vivienda en la capital. Su pareja, Carlota, también es sumamente feliz aquí y el futbolista sabe que el dinero no siempre da ese tipo de felicidad.

Así que sabe que el único momento real que puede plantearle una salida es que algún equipo se plante en La Rosaleda y anuncie que paga los 18 millones de su cláusula. Por eso hasta se ríe del interés de presuntos equipos, como el Valencia, donde ni por asomo se plantearía ir. Pero, ciertamente, algunos clubes importantes sí están en condiciones de afrontar su carta de libertad. Y le plantearían unas condiciones salariales bastante favorables. Llegado el caso, podría verse abocado a dar el sí, si bien en todo momento dará siempre al Málaga la última palabra. Es decir, aunque le pongan en bandeja una propuesta irrechazable, bastaría con que el club de Martiricos le hiciera algún guiño para continuar aquí. Subirle el sueldo pese a saber que nunca sería de primerísimo nivel y aumentar sus años de contrato serían suficientes para que continuara como blanquiazul, algo que habla a la perfección del sentimiento prioritario de continuidad que tiene.