Caner-Medley y la magia del número 33

"Caner-Medley ha rozado la excelencia", sentenció Plaza tras la victoria ante el Panathinaikos. Poco dado a los reconocimientos individuales, el técnico catalán admitía la trascendente actuación del ala-pívot estadounidense, que tuvo un espléndido día en el lanzamiento. Metió cinco triples, pero qué cinco triples. Los tres conseguidos en el último cuarto (11 puntos en esos 10 minutos) los ensartó en posiciones muy lejanas, no menos de siete metros y medio. Sabida es su buena muñeca, pero tal nivel de precisión no lo había mostrado. Igualó, de hecho, su récord de lanzamientos triples anotados en su carrera europea. En la temporada 2010/11 también metió cinco triples en un partido para anotar 25 puntos en total en una visita con el Estudiantes a Alicante. La determinación con que Caner-Medley lanzó se explica, por ejemplo, en la percepción previa de que precipitaba lanzamientos o tomaba malas decisiones. Pero callaba cualquier mal pensamiento con su puntería rayando lo sobrenatural.

En Estados Unidos existe una cierta mística con los números. El 33, el que porta Caner-Medley, es un dorsal sagrado en la NBA. Un curioso reportaje de la revista Sports Illustrated lo eligió el número más legendario de la historia de la liga. Lo razonaba con números. Los portadores de ese dorsal amasaban 60 presencias en el All Star y 15 anillos de campeón. La lista es curiosa: Larry Bird, Scottie Pippen, Kareem Abdul Jabbar, Alonzo Mourning, Patrick Ewing, Grant Hill, David Thompson y, el más actual all star, Danny Granger. Lo colocaban delante del 32 (Magic Johnson, Kevin McHale, Bill Walton, Jerry Lucas o Karl Malone), que acumulaba 48 all star y 13 títulos y el 34 (Shaquille O'Neal, Hakeem Olajuwon, Charles Barkley, Ray Allen o Paul Pierce), con 52 all star y ocho anillos.

Caner-Medley explicaba el por qué de su número 33, con una curiosa dicotomía. "Mi equipo son los Lakers porque mi padre es de Los Angeles y siempre miraba con él todos los partidos en la tele. Pero nací en el estado de Boston (Massachusetts), tenía muchos amigos de los Celtics y me encantaba Bird", señala el héroe del pasado jueves en el Carpena: "Cuando estaba en high school (Maine) llevaba el 33. En college (Maryland) fue imposible y me cambié al 22. Pero llegué a Valencia, lo tenía De Colo y otra vez al 33. Aquí el 22 lo tiene Dragic. Me encanta Larry Bird. También lo tenía Kareem, pero vi mucho a Bird de niño, alguna vez en directo. Todos los jugadores tenemos diferentes razones para llevar un número. Pero sí, una de las mías para portar el 33 es Larry Bird".