Por dentro y por fuera, el estadio Ciudad de Málaga se llenó para coronar a su nuevo rey. A las 7.500 oficiales personas que caben en el recinto se añadieron los que se agolparon en bocas y vomitorios, y los que se pelearon por hueco de lujo entre los barrotes del exterior para ver al asturiano presentarse. En total, unos 8.000 para hacer realidad lo que tan imposible parecía hace unas semanas. Al grito de "sí, sí, sí, Cazorla ya está aquí", por espacio de casi dos horas, la afición realizó el acto de investidura del fichaje más caro de la historia. 

Desde las 17:00 ya se agolpaban aficionados en las afueras. El que llegó tarde se las vio para aparcar, ya que las zonas contiguas estaban hasta los topes. Se hizo de rogar Cazorla, que hasta pasadas las 22:30 no compareció sobre el césped. El público congregado se lo pasó en grande antes con un vídeo de los mejores goles y jugadas del ex del Villarreal, así como la rueda de prensa de presentación de dos horas antes en La Rosaleda. La BSO de Gladiator acompañándolos emocionó a más de uno. Eso sí, mitad en serio, mitad en broma, hubo silbidos cuando uno de esos tantos lo metió contra el Málaga. 

Los aficionados le obligaron a interactuar. Merced a sus preguntas, quedó claro que Cazorla aún no sabe lo que es el terral y que está ansioso por probar los espetos. También hizo caso a los que le pidieron que se besara el escudo. Y, al contrario de lo sucedido en la celebración de la Eurocopa de la sub 19, le tiraron una bandera de Asturias que no dudó en ondear (fue coreado el nombre de Juanmi al informar que España había derrotado a la República Checa). 

Se contagiaron de la euforia el consejero José Carlos Pérez y Antonio Fernández. "Tendremos la mejor academia de Europa", manifestó el primero, mientras que el director deportivo señaló quiénes son los mejores fichajes de la temporada: "Sois vosotros, la afición". A lo cual, acto seguido, apostilló Pérez: "Los mejores son Abdullah Ghubn y el jeque".

Amenizaron el acto Jesús Gómez, campeón de España de Freestyler, la banda malagueña Free Soul Band y Manolo Sarria, quien tiró de repertorio histórico para destacar el lleno: "¿Cómo estaba la plaza?". "Abarrotá", respondió el público. Quizá lo único que hubo que lamentar fue que en su grafiti, que ya luce junto a los de los otros fichajes, el resultado final no fue muy preciso.