No hay mejor manera de ver el valor en la actuación de un futbolista que cuando se nota tanto en presencia como a la hora de abandonar el terreno de juego. Duje Cop fue el mástil al que se asió el equipo en sus mejores momentos. Su ausencia y el desquiciamiento progresivo con el colegiado fue sacando al Málaga del encuentro. Justo cuando el croata parecía jugar en marchas largas. Su tanto, una preciosa definición a la escuadra, daba continuidad al de Anoeta. Ahora le tocará descansar por ese problema muscular que sufrió.

Pocos mantuvieron el listón como Cop. A su nivel, aunque desde el punto de vista defensivo, estuvo Miguel Torres. Quizá amenazado por la buena puesta en escena de Ricca en San Sebastián, el lateral madrileño dio más aún de lo que suele dejar en el terreno de juego. Muy atento en defensa, añadió alguna subida al ataque.

Lo peor que se puede achacar a la mayoría de los demás es que se dejaran contagiar por la labor arbitral y se olvidaran de jugar. No obstante, en el plano negativo resalta la actuación de Kameni. Más allá de que Cheryshev lo desestabilizara con un pisotón involuntario, su movimiento técnico para despejar el balón fue horrible y costó muy caro, el inicio de la remontada en contra. Horta, que entró para suplir a Cop, fue tan desesperante que también acabó relevado.