Balonmano

El Costa del Sol y una historia de ciencia ficción en Europa

Las jugadoras del Costa del Sol, en el círculo central del Carpena. Las jugadoras del Costa del Sol, en el círculo central del Carpena.

Las jugadoras del Costa del Sol, en el círculo central del Carpena. / M. H.

El Costa del Sol vive días increíbles. Vigente campeón de Liga, líder esta temporada, ha superado dos eliminatorias de alta dificultada para estar en la fase de grupos de la EHF European League, algo que ningún equipo española había conseguido en la última década. Deja su pequeño y ruidoso cubil de Carranque para jugar en un escenario mayestático, el Martín Carpena. Lo hace este domingo (18:00 horas) ante el Sola noruego, equipo que eliminó en la fase anterior al Bera Bera, dominador hasta los últimos años en el balonmano nacional. Las malagueñas Sole López y Virginia Fernández han vivido este proceso desde la base, desde que se estaba en segunda división. Estela Doiro llegó en el salto de calidad para empezar a conquistar títulos (cinco ya, dos Copas, una EHF Cup, una Liga y una Supercopa). Y Patri Lima es uno de los fichajes de este año, cuando se ha dado un salto de calidad importante en una plantilla ya de por sí buena. Las cuatro repasan con Málaga Hoy cómo son las sensaciones antes de empezar esta fase que durante los meses de enero y febrero exigirá lo máximo, con viajes y dos partidos por semana. Además del Sola, en el grupo están el Motherson Mosonmagyaróvári y el CSM Targu Jiu de Rumanía.

"Me gusta decir que es historia para nuestro club. He estado durante muchos años, he visto la proyección que ha tenido y es algo como una historia de ciencia ficción de las buenas. El club ha trabajado mucho para conseguir esto. Podemos considerar un premio estar en la fase de grupos, pero ya sí nos los podemos creer que nos merecemos estar aquí y ahora toca luchar en esta fase de grupos, a morir", explica Virginia Fernández: "Jugar contra estos equipos da mucho orgullo, recibir a equipos como el Sola, un equipo de mucha tradición noruego... Sabemos cómo son, los rumanos, los húngaros... Es un orgullo jugar contra ellas".

"Carranque se echará de menos, pero siempre se disfruta del Carpena. Jugar este partido significa mucho para nosotras. Jugamos aqui aquella final de Europa tan mítica, con récord de espectadores, ante el Rocasa. Pero ves la pista, el escenario, está precioso, y también gusta. El año pasado estuvimos aquí tras ganar la Liga, el día después, se me ponen los vellos de punta con el recibimiento que nos dieron antes del partido del Unicaja. Soy de Málaga y que nos recibiesen así y que la gente vio lo que conseguimos y luchamos. Y es un orgullo que los malagueños nos apoyemos", opina la veterana portera malagueña, que aún se ve a sus 34 años aún se ve con cuerda para rato: "Me encuentro un poquito nerviosa, no digo que no, pero con muchísima ilusión, de jugar esto aquí cerca de mi familia, gente que me aprecia. A estas edades no sé cuándo será mi retirada, pero jugar algo así en mis últimos años de carrera deportiva ilusiona. Yo me veo jugando más tiempo, toco madera, podemos alargar esta vida en la portería un poco más y, si puedo disfrutar de mi casa, mucho mejor".

Sole López, mientras, es el corazón del club. Capitana, internacional absoluta, subcampeona mundial... Pero siempre es especial haber vivido todas las primeras veces con el Costa del Sol. "Era imposible creerlo hace 7-8 años. Estar preparando una fase de grupos de competición europea, aquí en el Carpena... Imposible imaginarlo. Estamos ahora muy bien, el equipo está en el mejor momento de la temporada, veo al equipo muy capaz de afrontar lo que viene tanto física como mentalmente. Es muy positivo y estamos en un muy buen momento. Ha sido un proceso largo y muy duro, a las nuevas se les explica pero son conscientes del recorrido que ha tenido el club, aunque son nuevas saben dónde están y de la importancia de lo que está sucediendo", dice la extremo izquierdo, que opina sobre cómo es ese cambio de Carranque al Palacio: "Se pierde alguna cosa pero se ganan otras. Es un plus jugar en el Carpena, es un sitio emblemático del deporte malagueño. Como malagueña, decir que juegas en el Carpena es algo muy grande. La gente va a venir y apoyar y nos llevará en volandas. Recuerdo cuando nos dieron la ovación el año pasado, fue impresionante, en ese partido del Unicaja con todo el Palacio lleno e incluso con banderas de las panteras, gritando "Campeonas, campeonas". Fue algo impresionante después de haber ganado la Liga y con 10.000 personas de Málaga sabiendo lo que se había hecho, que les había llegado, se había hecho ruido y habían estado con nosotros en esa final. Fue impresionante".

"Se les puede hacer mucho daño defensivamente, no están acostumbradas a tener enfrente equipos con jugadoras tan pequeñitas, con defensas presionantes, a ellas les cuesta al ser jugadoras con mucho físico y no tienen tanta movilidad. Entonces le podemos hacer daño, robar balones y correr. Sí es verdad que teniendo calma, porque ellas corren mucho y no podemos entrar en un ritmo de partido loco que les pueda venir bien. La clave es el aspecto defensivo, en esa defensa presionante que podemos causarle", da las claves Sole sobre cómo se les puede jugar a las rivales, acostumbrada como está a medirse a ellas con la selección española.

Estela Doiro cumple su quinta temporada en Málaga. La gallega es uno de las jugadoras que le dio al equipo un plus para crecer y subir escalones. "Estamos muy ilusionadas, con muchas ganas de afrontar este primer partido, de afrontar esta competición tan bonita, nueva para todas nosotras. Ojalá vaya bien y a disfrutarlo. Esto es un pasito más para la historia del club y del balonmano español, que hacía tiempo que no se metía en una fase de grupos. Es muy bueno afrontar una competición así, con tres grandísimos equipos y ojalá todo vaya bien", reflexiona la primera línea: "Es mi quinta temporada aquí. Es increíble, si valoro todo el proceso desde cuando llegué a cómo está ahora el equipo, cada año se crece más. Campeonas de Liga, Copa, EHF... Meterse en esta fase de grupos no es un título en sí pero se valora casi como uno. Es un escalón más del club, estar con tres equipos con unos presupuestos altísimos. Es increíble para el club y para nosotras como jugadoras jugar partidos de este nivel. El punto fuerte del equipo es que somos una piña. Confiamos unas en las otras y el equipo está con total confianza. Podemos afrontarlo de tú a tú con equipos como el noruego, el húngaro o el rumano".

"Estamos acostumbradas a jugar en Carranque, con un pabellón más recogido y más ruido. Pero esto nos hace crecer, poder disputar partidos aquí como fue la EHF, que fue impresionante cómo estaba el Carpena, te enriquece. Estos partidos gusta jugarlos y crean afición. Ojalá esté el domingo el equipo vestido de gala", señala Doiro, que da la receta para competir ante rivales objetivamente mejores: "Lo primero es jugar sin ningún tipo de complejo. Tienen más envergadura, son más grandes y fuertes. Es un estilo de juego europeo, que tienen lanzadoras pero que corren también, sobre todo las noruegas. Tienen mucho dinamismo, pero nuestro juego se le atraganta también a estos equipos. Somos más pequeñas, más fintadoras. A la hora de defender no estás acostumbradas y se complica un poco. A nivel defensivo, el sistema que tenemos pues es más presionante y eso les dificulta un poquito. El equipo se preparó este mes de diciembre. Hubo jugadoras con las selecciones, pero las que nos quedamos aquí estuvimos con el preparador físico trabajando muy duro, trabajando para este tramo apoteósico de viajes en enero y febrero, que no vamos a saber ni dónde estamos ni en qué días vivimos. Es lo que nos gusta y estamos preparadas para afrontarlo".

Patricia Lima, por último, es una de las jugadoras que llegó este verano para dar profundidad de plantilla. La capitana de la selección portuguesa dice que "lo afrontamos muy bien, llegamos muy bien a esta fase de grupos que el club lleva soñando años. Hemos hecho historia en el balonmano español y ahora nos toca disfrutar con este gran equipo y esta gran afición. Es muy diferente a la EHF European Cup. Es subir un escalón porque te tocan los mejores equipos de Europa, es ir al nivel de estar jugando a los equipos más grandes, la ilusión es grande pero las responsabilidad es mucho mayor. Lo tomamos con respeto jugar con equipos de Noruega, Rumanía o Hungría, pero a la vez sabemos que si jugamos a lo que sabemos podemos estar ahí mirando a los ojos a estos equipos. Que va a ser muy difícil, obviamente que sí, pero no nos hacemos pequeñas, sino grandes con nuestra gente en la grada y pelear contra el equipo que sea".

"El equipo me ha recibido increíble", cuenta la lusa sobre cómo ha sido su aterrizaje en Málaga: "Las compañeras son lo más. El club se ha portado muy bien conmigo y estoy conmigo. Siempre creo que puedo dar una versión mejor, hasta que me retire siempre pensaré que puedo dar más. Espero continuar ayudando y a subir un poquito más el nivel".

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