Costa del Sol de andar por casa

Nasser volvió al palco para vivir su primer partido como vicepresidente. Llegó con el partido ya empezado. No podía faltar en un choque entre malaguistas y cataríes. No faltaron tampoco las banderas españolas y de Catar en la publicidad dinámica. Lo que sí faltó fue al menos un tweet del jeque.

Fue un Costa del Sol sin sol y desangelado, con La Rosaleda en 11.000 espectadores, algo que no se ve ni en Copa. Pero el verano y este fuerte calor no invitan a llenar las gradas, tampoco un rival tan poco mediático. Contra el Sevilla será otra cosa. Eso sí, los miembros del Frente Bokerón no escatimaron un grito en todo el partido para ambientar la cosa.

Las raciones de aplausos comenzaron a llegar con los cambios. Duda rompió el medidor, vaya ovación se llevó el zurdo, que se topó con la madera, el meta Lecomte y hasta algún buen sopapo catarí. Lo intentó todo, quiere su sitio en el once. También hubo para el siempre criticado Tissone. Recibió un fuerte balonazo en la cara. Lejos de caer desplomado como cualquier mortal, peleó la bola y evitó que saliera por banda. La afición recompensó su pelea. Kameni, como es habitual, provocó la hilaridad entre el público con su atuendo naranja tipo butanero y un par de cabezazos arriesgados. Acabó como capitán.

La entrega de trofeos fue breve, con el estadio ya vaciándose. Alguno que otro se perdió a Duda pidiendo ayuda para levantar el trofeo, que pesa lo suyo. Que se lo pregunten si no a la gente del Peñarol, que hace unos años lo ganó pero no pudieron facturarlo en el avión.

Los que no fueron al estadio y quisieron seguir el encuentro tuvieron que conformarse por conectar por internet con la televisión catarí Al-Kass Sports Channel. Buen despliegue desde Catar y muy menor en Málaga, donde hubo que tirar de red social Twitter para completar la narración de un amistoso que cierra la pretemporada malaguista. Ahora, a por el Sevilla.