El Málaga se modela a base de goles (2-0)

Se acaba el verano para el Málaga. Javi Gracia tiene dos semanas por delante, antes de que el Sevilla traiga la verdad, para terminar de engrasar la máquina. Sólo él sabe en qué punto se encuentra, los amistosos de pretemporada no han permitido despejar muchas incógnitas. Mientras su obra 2.0 termina de cuajar, al menos el trayecto se va disfrutando a base de goles. Anoche otros dos, y pudieron ser bastantes más, para amenizar la velada del Costa del Sol ante un Lekhwiya con buenos fundamentos y poca intensidad que permitió a los blanquiazules darse una alegría para cerrar el chiringuito.

Aunque Gracia no quiera dar pistas, el once no será muy diferente del que se verá anoche. Quitando a Recio, que como Weligton se perderá el arranque por sanción, lo de más sonó a declaración de intenciones. Tanto en la dupla de atacantes como en que Duda pueda ser el otro jugador de banda junto a Amrabat. A estas alturas, se atisban mensajes contradictorios en el equipo según la línea observada. Películas de miedo, intriga y western parecen ser la defensa, el medio y el ataque, con todos los asteriscos debidos de la pretemporada y la ausencia de adrenalina que da la competición. Tan pronto se ve aflorando el mejor potencial de Rosales como a Juan Carlos se le indigesta el lateral. Es un jugador de clara vocación ofensiva que sufre en las tareas defensivas. Anoche fue superado en alguna ocasión y se desbocó en el área rival en cuanto le dieron una chance. El éxito o fracaso de su reconversión dirá mucho de lo que el Málaga es capaz de hacer en esa banda, siempre y cuando Boka no reclame el puesto.

El eje Albentosa-Angeleri se atisbó como una clara prueba de fuego pensando en el Sevilla. Weligton se lo perderá por sanción y Javi Gracia debe coser una zaga que por ahora no emite la seguridad deseada. El valenciano ha llegado con fuerza, a veces más de la debida, y eso le juega alguna mala pasada en la anticipación. Pero se agradecen los galones que viene reclamando. Debe ser el escudo del argentino, quien ya ha demostrado ser de combustión lenta hasta que se ve lo mejor de sí. Al menos, Albentosa intenta ofrecer mejor salida de balón de la que había. Lo consiguió, da la sensación de que lleva más tiempo con la casaca blanquiazul.

Se entiende que Darder, si el culebrón no rebrota con otro pretendiente, tomará el timón en el medio. Hace falta, más aún sin la protección que ofrece Camacho. Recio está siendo de los más entonados de la pretemporada, pero no estará en el estreno. Tissone sigue ofreciendo dudas y ya quedó claro el año pasado que Gracia necesita leones que corran y presionen en la medular cuando defienden y que liberen su descaro al atacar. Duda sigue empeñado en rejuvenecer y ayer volvió a demostrarlo con su actividad por la derecha y su buen binomio con Rosales. Se le negó el gol de todas las maneras, pero finaliza las oposiciones a titular con nota destacada.

Arriba sigue viéndose lo mejor. Pese al Amrabat más discreto del verano, quizá algo indolente anoche, Cop y Charles transmiten buen rollo y pegada. Ambos intentando ser más dinámicos, se lo pide Gracia, fueron los absolutos protagonistas de la primera mitad. Y hablan un idioma parecido. Chirría un poco ver al espigado croata tener que asociarse en la medular porque Gracia lo está probando en esa posición descolgada. No obstante, entre ambos generaron muchísimo peligro en la primera mitad y coleccionaron ocasiones para un mejor resultado.

La falta de presión del Lekhwiya, discreto pero bien plantado, permitió al Málaga acumular tiros a puerta. No será tan fácil en Liga, pero tanto asomarse al área contraria invoca una cultura ofensiva que hace falta para olvidar a los Samus y Juanmi. Fue precisamente Charles el que abrió la lata; Duda cabeceó el palo y él armó rápidamente el fusil para marcar el rechazo.

Bastante relajada comenzó la segunda mitad, con el Lekhwiya incluso animándose a jugar y guiado por el surcoreano Tae Hee, que dejó buenas sensaciones. Siguió merodeando siempre el Málaga, aunque en este tramo con menos chispa. El meta Lecomte, destacado, amargó de nuevo a Duda, aunque a doce del final no pudo despejar bien un centro de Tighadouini y Espinho marcó desde la frontal como en un tiro de billar perfecto al tornillo. Final de fiesta feliz y un poco de ego para el difícil arranque que espera en La Rosaleda en dos semanas.