En una situación delicada, cuestionado por el mediocre arranque de campaña pese a su temporadón del año pasado, Velimir Perasovic era sincero cuando se le cuestionaba por el partido tras perder el domingo. "El Unicaja está a día de hoy por encima de nosotros", admitía el técnico croata del Valencia Básket.

¿Cómo se ha obrado esa metamorfosis? El Unicaja ha ganado en este arranque de temporada, el tercero mejor de su historia en la ACB tras los inmaculados 8-0 de las temporadas 89/90 y 01/02, en las pistas de Laboral Kutxa, Gran Canaria y Valencia. Parafraseando a Boza Maljkovic, uno de los maestros de Joan Plaza, "los equipos buenos se ven fuera de casa, no cuando la gente te apoya". Los rivales directos naturales del Unicaja son los valencianos y los vitorianos. Pensar en combatir con los futboleros está bien y denota ambición, pero sus recursos están muy lejos para exigir nada. En una campaña que puede ser bisagra para el futuro a largo plazo en el baloncesto español por aquello del reparto de las licencias de la Euroliga, el Unicaja está haciendo los deberes lo mejor que se puede hacer en noviembre.

Las notas se reparten en febrero y junio, pero hay que hacer una labor de zapa. Un síntoma de que sí importa lo que pasa ahora mismo es la destitución de Marco Crespi en Vitoria y que Velimir Perasovic está cuestionado en Valencia. Los dos equipos tienen complicado su pase al Top 16 y están fuera de los puestos de Copa en la mitad de la primera vuelta. Y el buen estado del Unicaja, con su técnico recién renovado hasta 2016 y con la estabilidad que se había perdido durante un lustro recuperada en un momento preciso. Con el Top 16 a un triunfo y resistiendo el ritmo que marcan de salida el Madrid y el Barcelona. El Baskonia está a cuatro triunfos y el Valencia a tres. Ambos deben venir al Carpena en la segunda vuelta. Es una diferencia estimable aunque no se haya llegado al primer cuarto de competición.

Ningún trofeo entró en una vitrina en noviembre, pero se va larvando el futuro. El principal temor podría ser que se viera al Unicaja cerca de su tope. Y, pese al 11-3 de balance entre las dos competiciones, no se le adivina al equipo de Joan Plaza un límite cercano. Acaso se podría señalar a tres jugadores en plenitud ahora mismo, a Kuzminskas y Toolson más Thomas porque está dando lustre con números al trabajo sordo que se esperaba de él. Granger y Markovic renquean por problemas físicos, Stefansson y Suárez acaban de salir de una lesión, Vasileiadis aún tiene un amplio margen de mejora, Green ofrece mejoría pero no regularidad, Fran ha bajado del nivel cósmico que ya mostró en octubre y Golubovic es guadianesco. Maodo está para subir el nivel físico de entrenamientos y poco más. En suma, que no se ve a un equipo forzado en plena forma.

La victoria en Valencia también tiene un componente simbólico por haber sido retransmitida a nivel nacional por Teledeporte. Se podía ver en los periódicos nacionales ayer mayor repercusión. Los duelos contra Real Madrid y Barcelona llegarán entre diciembre y enero, ya mezclados prácticamente con el inicio del Top 16. Será el momento de subida de exigencia con la Copa del Rey en el horizonte. Dan ganas de avanzar en el tiempo para ver cómo se comporta el Unicaja en ese momento. Por los registros y las sensaciones que transmite.

El equipo regresó ayer de Valencia y disfrutó de descanso por la tarde. Hoy trabajará en sesión intensa de tres horas por la mañana y mañana se desplazará a Berlín para intentar abrochar el jueves el pase al Top 16 de manera matemática. Casi todo fluye a día de hoy en el Unicaja.