Desembarco alemán
Más de 2.000 seguidores del Borussia Dortmund irán llegando desde hoy a la ciudad. Muchos viajarán sin entrada, aunque la afición germana no suele ser problemática
Conforme se acerca la hora del partido entre Málaga y Dortmund, la ciudad va entrando en ese trance particular que se vive en las noches grandes de Champions. Se vivió en los días previos a la vuelta contra el Oporto y empieza a respirarse a 48 horas vista de unos cuartos de final de la máxima competición europea. El primer paso suele ser la llegada de la afición rival. Muchos son los que aprovechan los enfrentamientos para conocer otras urbes y otras culturas. Incluso, mañana aterrizarán en Málaga todos aquellos que aprovecharan la oferta VIP que presentó el club germano a los suyos, que incluía una noche de hotel y varias visitas de aspecto más cultural.
Pero no todos se desplazan por los medios oficiales. Hay otros tantos que deciden emprender el viaje por su cuenta y muchos de ellos arribarán hoy a tierras malagueñas. Será la primera fase del desembarco alemán que se espera para la cita del miércoles. Se estima que más de 2.000 seguidores recorrerán la ciudad durante los próximos días, aunque no todos podrán entrar en La Rosaleda. El Málaga ofreció a su rival el pertinente número de entradas que impone la UEFA para este tipo de partidos, aunque el número de desplazados superará esa cifra con creces.
Todo ellos se unirán a la importante colonia alemana que habita en la Costa del Sol, muchos de los cuales son seguidores del Borussia. Aunque en un principio las entradas se pusieron a la venta para los aficionados que hubiesen acudido al partido de Ucrania ante el Shakhtar, las sobrantes si pudieron llegar al público en general. El papel se agotó en cuestión de horas, tanto para la ida como para la vuelta.
Pese a la importante cantidad de desplazados que acompañarán a la expedición germana, no se recuerda altercado alguno por parte de los seguidores del Dortmund. Aun así, el partido fue declarado de alto riesgo. No se estiman incidentes, como en el caso de la visita del Anderlecht, pero se seguirá el procedimiento habitual de los partidos de Champions que se han disputado esta temporada en La Rosaleda.
A partir de ahí, la presencia de aficionados alemanes en las calles de Málaga no solo servirá para seguir saneando las arcas de los establecimientos del centro y alrededores, sino que meterá de lleno en el partido al malagueño de a pie.
Málaga se irá engalanando con el paso de las horas. Las calles hablarán dos idiomas, el fútbol se convertirá en el principal tema de conversación en la barra de cada bar y cuatro colores predominarán por encima del resto. El blanquiazul de una ciudad orgullosa, y el aurinegro del aspirante. Hoy se abre la veda a una semana especial. Ha terminado la Semana Santa, pero se avecina otra semana grande. La que podría dejar al Málaga entre los cuatro mejores equipos de Europa.
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