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Diluido como un azucarillo

  • Jony se confirma como la gran solución ofensiva del Sporting en la primera mitad En la segunda, Rosales supo cómo parar al asturiano

Jony Rodríguez, futbolista del Málaga para la próxima temporada, pasó prácticamente de puntillas por el que será su estadio. El de Cangas comenzó el partido como su equipo, amenazando a un Málaga al que le costó entrar en el choque hasta el gol de Juanpi. El zurdo acabó desesperado en una segunda parte en la que el Sporting lo intentó por todos los medios pero no encontró el tanto del empate para celebración del malaguismo.

La primera jugada del encuentro fue un buen ejemplo de lo que representa Jony para el cuadro de Abelardo. Balón en largo, peinada de Sanabria y Jony que busca de nuevo al paraguayo con un centro preciso que desvió a saque de esquina. Fueron los primeros acercamientos de un futbolista que hizo daño a Rosales en los primeros 45 minutos.

Y es que al venezolano le costó tapar las acometidas de Jony y de Canella por banda izquierda. Continuos desdoblamientos que provocaron que aquella zona fuera la de más peligro para los asturianos. Siempre pegado a la línea de cal, el canterano no paró de pedir el esférico en ningún momento. Tenía ganas de demostrar su talento y se notó.

Pero Jony también es partícipe de la labor defensiva de su equipo. Tapó en la primera media hora a un Pablo Fornals que no encontró su sitio hasta bien entrado el choque. Replegado cuando tocaba defender, Jony esperó la recuperación para intentar salir con velocidad a la contra.

Sin embargo, el gol de Juanpi diluyó las aspiraciones de un Sporting al que le pesó verse por debajo en el marcador cuando, quizá, no lo merecía. Se desesperó el asturiano en más de una ocasión cuando sus compañeros del centro del campo no acertaban a aprovechar los continuos desmarques de ruptura del futuro malaguista.

Lo intentó con un disparo sin fe en el 39, queriendo ajustar con su izquierda en vez de buscar una mejor solución. Así se marchó al descanso, con el enfado del que no le salen las cosas. A pesar de todo, Jony demostró un buen toque de balón en cada uno de los centros que propuso a Sanabria durante la primera mitad.

Ya en la segunda, el sportinguista se vino abajo justamente cuando su equipo más lo intentó. Desaparecido, Rosales supo atarle en corto y desactivar cualquier atisbo de arrancada. No se movió de la izquierda a pesar de que Abelardo varió el sistema con la entrada de Halilovic. Con el pitido final, Jony se marchó a vestuarios divisando un estadio que espera le traiga gloria.

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