Dragic marca el territorio (67-84)

Unicaja

A lomos del esloveno, el Unicaja consigue una solvente victoria (67-84) en Polonia que le vale para mirar al 'Top 16' con argumentos.

Dragic marca el territorio (67-84)
Dragic marca el territorio (67-84)
José Manuel Olías

28 de noviembre 2013 - 20:54

La paradoja de este Unicaja reside en que el jugador que mejor representa lo que el entrenador quiere, quizá el que mejor interpreta y se adapta a su filosofía, es Zoran Dragic. El esloveno tenía pie y medio fuera de Málaga en julio y en noviembre es pieza absolutamente capital del equipo. Cómo es el deporte, el baloncesto también. Hoy apuesto por ti, mañana no te quiero y pasado te necesito. Dragic cogió la bandera del Unicaja en Polonia y lideró un triunfo importante y sobrio (67-84). El oropel y la purpulina quedó para otro día.

Salvo una desconexión, a las que acostumbra aún este equipo, en el segundo cuarto, coincidiendo con el paso por el banquillo de Dragic, el Unicaja fue más o menos continuo, demostró regularidad. Ganaba por 14 y en la primera jugada del segundo tiempo vio cómo el Zielona Gora le sobrepasaba. Respeto para el equipo polaco, que ganó en Múnich, al Siena y no lo hizo en El Pireo de chiripa. Pero no tiene el nivel del Unicaja, no al menos cuando el equipo malagueño adquiere una versión no alejada de la mejor. En 80 minutos de duelo, la diferencia ha sido de 50 puntos. Y no se diría que fue excesiva a tenor de lo visto sobre el parqué.

Pero lo que rodeaba al encuentro, con una hace tres semanas inesperada necesidad, hace muy valorable el triunfo. Tras tres derrotas consecutivas la manera de frenar la hemorragia y no poner en el alambre el Top 16 convertía lo de ayer en una final precipitada. De alguna manera, el Unicaja se ganó el derecho a perder algún partido más hasta el final de la primera fase, con un ojo puesto en lo que hagan hoy Montepaschi y Bayern en Florencia, exilio del equipo de Siena.

Dragic (21 puntos y siete rebotes) marca la línea, Caner-Medley le acompaña y Carlos Suárez tapa agujeros. Con ese tridente como base más unos grandes minutos de intendencia de Stimac se colocaron los cimientos de un convincente triunfo en Zielona Gora, donde se alentaba una corrida de toros con picadores, tirando de tópicos, y aquello devino en una aseada faena de los de Plaza. La laxitud en el balance defensivo del bloque polaco permitió al Unicaja anotar con mucha fluidez en el arranque, con el mentado Zoran Dragic (11 puntos en el primer cuarto) de estilete. El esloveno explotaba los espacios a campo abierto con mucha libertad y añadía unas pizcas de tiro exterior para propulsar a un Unicaja con una defensa mejorable, porque el Zielona Gora erraba tiros abiertos. Es curiosa la situación de los Dragic. Horas antes, su hermano Goran había dado un recital tremendo en Phoenix, donde sumaba 31 puntos y 10 rebotes para que su equipo derrotara a Portland. El momento de forma que exhibieron en el Eurobásket se prolonga a los dos lados del charco. Corría a gusto el equipo de Plaza, aprovechando esa debilidad local. Todo marchaba en buena onda (18-26 al final del primer cuarto), con un mate de Kuzminskas (un par de jugadas después de llevarse el tapón de rigor, ya no es casualidad que se lleve tantos) se marcaba una ventaja respetable (22-36) antes de que se encallara, en uno de esos clásicos agujeros negros de todo equipo en construcción que no acaba de corregir el Unicaja.

El Zielona Gora recibió un empujoncito arbitral para iniciar un parcial de 15-3 para cerrar el segundo cuarto. Se le pitó una técnica a Granger por fingir cuando la falta en ataque había sido clara. En ningún caso sancionable la defensa del base uruguayo con flopping. Poco después, una personal en ataque a Hetthsheimeir tras teatro evidente de Dragicevic. Parecía alentar el trío arbitral la igualdad en el partido. El Zielona metía más y el Unicaja no podía correr tanto. Además, la defensa zonal que preparó Uvalin no era bien descifrada.

Castigó el equipo polaco la salida de Domas Sabonis, intentó y consiguió generar desequilibrios a través de los 2x2 eligiendo al joven lituano, que apenas estuvo dos minutos en cancha, como víctima. Tres ataques sencillos del Zielona Gora y varias malas decisiones posteriores del Unicaja en ataque provocaron el colapso. En los últimos cinco minutos, sólo un tiro libre y un tiro desde cinco metros de Caner-Medley. El resultado fue que el Zielona Gora estaba plenamente metido en el partido (37-39).

En medio cuarto se habían esfumado los 14 puntos de renta. Zamojski metió otro triple (cinco en total) nada más empezar y el cielo se iba nublando. Tocaba ganar de nuevo. Y fue continuo, fiable y sólido el Unicaja en el segundo tiempo. Dragic arrancó la moto y a ella se subieron varios. Stimac, inédito en la primera mitad, rebañó todo lo que había suelto y en menos de 10 minutos sumó seis puntos y seis rebotes. El partido de ayer fue una muestra de su mejor versión, de lo que puede aportar. Plaza, que ayer extendió las rotaciones, apostó por ejemplo por que Suárez jugara el segundo tiempo completo. Dejó a Vidal para el final sólo, ya con el duelo resuelto, y Caner-Medley y el alero madrileño superaron la barrera de los 30 minutos. Da idea de que era un partido trascendente. Y Plaza valora mucho la labor oscura de Suárez, varios cuerpos por delante del tierno Kuzminskas.

Después de que el Unicaja amagara con irse en el tercer cuarto y, con la lengua fuera, el Zielona Gora aguantara (49-59) el envite, la descarga final llegó con dos triples de Suárez y Toolson que elevaron la diferencia hasta los 18 puntos (49-67). Los intentos postreros de los locales, que tuvieron bola para bajar de 10 puntos, fueron apagados por un agigantado Zoran Dragic, que rebosa confianza y se ha convertido en el espejo en el que deben mirarse los compañeros. El Unicaja cumple, respira, corrige la derrota con el Siena y se marcha con un balance de 3-4 que le deja en buena disposición para acceder al Top 16.

FICHA TÉCNICA:

STELMET ZIELONA GORA: Zamojski (21), Koszarek (6), Eyenga (12), Cel (6) y Dragicevic (13) -quinteto inicial-; Walker (7), Chanas (-), Hrycaniuk (2), Brackins (-), Kucharek (-), y Sroka (-).

UNICAJA: Calloway (5), Dragic (21), Suárez (5), Caner-Medley (18) y Hettsheimeir (9) -quinteto inicial-; Sabonis (-), Vidal (2), Granger (7), Vázquez (2), Toolson (8), Kuzminskas (2) y Stimac (6).

PARCIALES: 18-26, 19-13, 12-20, 18-25.

ÁRBITROS: Jovcic (SRB), Chiari (ITA) y Vojinovic (SRB). Sin eliminados.

PABELLÓN: Centrum Rekreacyjno Sportowe. 4.853 espectadores.

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